domingo, 29 de agosto de 2010

El homocausto de la II Guerra Mundial


Leonardo Bastida Aguilar / enviado de NotieSe
notiese@notiese.org

* Degeneración que amerita arresto y hasta castración, aseguraba el ejército nazi

Terezin, República Checa.— “La homosexualidad es una degeneración que amerita el arresto, la prisión, la tortura, la castración y el asesinato en caso de que el individuo no cambie de parecer”, aseguraban los generales del ejército alemán durante la II Guerra Mundial.

Heydrich Himmler, comandante en jefe de la policía secreta nazi, aseguraba que se tenía que eliminar a los homosexuales de raíz debido a que representaban un peligro para Alemania. Cuatro eran los motivos por lo que eran clasificados como tales: incapacidad de reproducirse, corrompedores de la juventud, tendencia a agruparse y dañaban la moral del pueblo alemán.

Investigaciones realizadas por el experto en las estructuras del poder nazi, Ben Austin, señalan que la homosexualidad era vista por el partido nazi como un crimen. Por lo que en su Código Penal en el apartado 175 se establecía que “un hombre que cometía una ofensa sexual contra otro hombre o permitía que otro hombre la cometiera con él, debe ser castigado con la prisión”.

El código señalaba que las penas podrían alcanzar hasta 10 años de prisión en caso de que un hombre forzara a otro a sostener relaciones sexuales o que permitiera ser abusado por otro hombre. Las penas se agravaban en caso de que hubiera un menor de 21 años involucrado. En cualquiera de los casos, el culpable debería portar un triángulo rosa para ser distinguido por las autoridades.

Judíos, homosexuales, gitanos, personas con discapacidad, personas con piel de color o cualquier otra característica que los hiciera diferentes a la raza aria, eran hechos prisioneros en el campo de concentración de la Pequeña Fortaleza en Terezin –en la entonces Checoslovaquia–, controlado entre 1939 y 1945 por el régimen nazi alemán encabezado por Adolfo Hitler.

Esta ciudad al norte de Praga, en la ahora República Checa, casi frontera con Alemania, fue sede de uno de los dos campos de concentración en este país. Desde la invasión alemana en 1939, la ciudad se convirtió en un ghetto para la población judía checa a cargo de la Policía Gestapo de Praga, y retomó a la Pequeña Fortaleza, fuerte construido en el siglo XVIII, como espacio para ser sede de un campo de concentración.

Durante la II Guerra Mundial (1939 a 1945) más de 32 mil personas disidentes a la ideología nazi fueron encerrados en este campo. Cifras proporcionadas por los administradores del recinto indican que 5 mil 500 personas fueron llevadas de este campo a otros para ser asesinadas, y 2 mil 600 murieron en el lugar a causa de tortura, duras condiciones de vida y enfermedades.

A diferencia de Auschwitz, Polonia, este campo no fue de exterminio sino sólo de aprisionamiento por lo cual no contaba con una cámara de gas.

La fama de este campo proviene de que en él se filmaron videos de “propaganda nazi”, es decir, a favor del régimen de Hitler. En algunos videos rescatados por su actual administración se muestra cómo se modificó el interior del campo y la manera en que se acondicionó el lugar para que pareciera una comunidad perfecta en la que se brindaban facilidades internas para su mejor desarrollo.

En este lugar se pretendió engañar a la Cruz Roja Internacional en 1944 al señalar que la vida de las personas en los ghettos y campos de concentración era perfecta mediante un montaje en una de las barracas de prisioneros.

Investigadores como Gunter Grau, autor del libro El holocausto escondido, han determinado llamar a esta persecución y homicidio de centenas de personas homosexuales como el homocausto, uno de los aspectos más oscuros al interior de los campos de concentración nazis, y de los cuales hay pocos registros.

Al final de la visita, ante la pregunta sobre qué cantidad de personas homosexuales fueron encerradas en este campo, los administradores dijeron que es difícil determinarlo porque la mayoría de los expedientes fueron quemados antes de la liberación del campo por parte del ejército soviético, sin embargo, aseguraron, es seguro que miembros de la comunidad homosexual checoslovaca hayan sido remitidos a Terezin.

Mientras tanto, investigadores de universidades checas han comenzado un proyecto de recuperación de la memoria de los sobrevivientes de los campos de concentración, incluidos los homosexuales, así como a miembros de la comunidad de la diversidad sexual reprimidos durante la época del socialismo realmente existente.

Fuente: Forum
Difusión: Soberanía Popular

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