domingo, 4 de abril de 2010

Deformada por partidos, democracia

ALMA ALEJANDRA TAPIA

El catedrático de la Unidad Académica de Docencia Superior de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Julio Rodríguez Anido, opinó que en México, como en otros países de América Latina, hay una gran distancia entre la clase política y la sociedad civil, de modo que, al tener los ciudadanos poca participación en los asuntos públicos, los partidos trazan sus propios programas a partir de sus intereses y no de los colectivos.

Mencionó que la democracia construye al poder desde abajo, es decir, mediante el poder ciudadano y las iniciativas locales que germinen hacia los programas, pero actualmente no sucede así.

Por el contrario, son los proyectos de los partidos los que bajan a la población y así los intereses populares no crean la sustancia de las decisiones políticas, dijo a propósito del proceso electoral que vive Zacatecas y tendrá el país en 2012.

El doctor en sociología y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) consideró que en las nuevas elecciones lo preocupante es la deformación que se vive de la democracia.

Refirió que desde Aristóteles existen tres formas de gobierno: la monarquía, que degenera una tiranía; aristocracia, o el gobierno de una familia, que degenera en oligarquía; y la democracia, que corre el riesgo de caer en demagogia.

De modo tal que en América Latina se está lejos de la concepción de democracia, el populismo ha hecho que se consideren soluciones que parecen colectivas y dan gusto al pueblo, pero en la realidad no son las que benefician a la población, acotó.

El también profesor de las universidades de Montreal y Québec dijo que acudir a votar no hace a un pueblo democrático, “la democracia es que el pueblo cree el poder”. Añadió que la democracia pura como tal no ha existido ni podrá existir.

Agregó que acercarse a las formas democráticas ha sido difícil para los países de América Latina debido a que fueron colonizados por España y Francia, es decir, naciones que venían de la Edad Media y, por tanto, tenían la concepción de la religión católica y la construcción de la gran propiedad. En cambio, Estados Unidos se conquistó por ingleses que creaban el protestantismo y no tenían tales conceptos.

Rodríguez Anido consideró que en Latinoamérica prevalecen los defectos de la Colonia; los problemas agrarios heredados y una religión católica omnipresente, lo que impacta en los valores y conocimiento que la sociedad tiene del mundo, al grado que la ciencia ha entrado en contradicción con los valores religiosos.

Se tiene entonces una sociedad extremadamente conservadora que prefiere creer en lo que le dice la religión que en la ciencia, “tenemos dificultades para comprender el mundo realmente como es”.

En ese contexto, el argentino, especialista en sociología y derecho político, dijo que la humanidad atraviesa por una de las crisis más profundas que las que tuvo en el siglo pasado y en lo que va del 21.

Ahora se traduce en una especie de caos global que abarca muchos países, como han sido las guerras en Irak, Afganistán y Pakistán, mismas que se pueden extender a Yemen y otros territorios.

O bien, se darán fenómenos nuevos como los que se ven en México con la guerra contra el narcotráfico, la que se sabe que no será corta. Sin contar también que se lucha contra la corrupción, que abarca distintos estamentos sociales como lo político y social.

Aunque esto no sólo ocurre en México sino también en Colombia, Argentina y otros países de América Latina, los cuales viven una especie de descomposición, “producto de un mundo que está en cambio y se estremece en medio de cambios fundamentales en la era de la globalización y la sociedad del conocimiento”, declaró.

Rodríguez Anido mencionó que son cambios tan importantes que la sociedad y los estados no pueden absorber, de modo que surgen problemas para saber cómo resolverlos.

En ese contexto el SNI consideró que en América Latina algunos sectores progresistas y democráticos tienen el propósito de parar la intención de Estados Unidos de entrometerse en la vida de los estados.

Sin embargo, siguen existiendo situaciones como el plan Colombia, que permite la intromisión de Estados Unidos a ese país “y hacen presagiar un futuro de guerra en toda América Latina, la cual incluso se extiende a México”.

El docente e investigador en historia política, económica y social consideró entonces que el futuro de Latinoamérica se presenta bastante dificultoso, excepto por algunos países como Brasil, que ha logrado gran desarrollo científico y tecnológico, mientras que el resto de científicos y tecnólogos emigran a los países desarrollados. América Latina no cumple su papel de ser independiente por sí misma, “de modo que entramos en la crisis de los retrasos, lo que a su vez propicia más las desigualdades”.

Es así que, mientras gente como Carlos Slim tiene 50 mil millones de dólares, hay 50 millones de mexicanos que no tienen para comer como debieran todo el mes.

El también articulista en diversos países lamentó que las desigualdades crezcan y el continente esté fracturado por las divisiones sociales, los problemas del narcotráfico, la corrupción, el crimen organizado y más situaciones que parecen insostenibles en los próximos años.

Sin embargo, agregó que, para países como los ya mencionados, la democracia sigue siendo la opción, pese a lo desvirtuada que está. Consideró que la movilidad social es la que deberá lograr los cambios.

También dijo que la apatía que caracteriza a muchas sociedades en esta región del mundo es hasta cierto punto natural, debido a que pareciera que todo se agita únicamente cuando llega el periodo de la elección y una vez que concluye se acabó la democracia.

Los diputados, senadores y gobernantes en general “toman las decisiones que les da la gana, las necesidades populares no son tomadas en cuenta, y así la gente se desentiende de la realidad política”, aseveró.

Lamentó que dicha dinámica se haya plantado muy bien en países como México, en donde hay elección tras elección sin una verdadera participación popular. Aunque el panorama continúa siendo complejo, “no debemos perder la esperanza, un día se tocará fondo y la gente entenderá que debemos cambiar actitudes”.

México, al ser un país con 107 millones de habitantes, tiene todas las condiciones para un día estar en el desarrollo si parte de poner el acento en la educación, ciencia, técnica, innovación y la creación de nuevas posibilidades de explotación de la riqueza, concluyó.

Fuente: La Jornada de Zacatecas
Difusión: Soberanía Popular

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