lunes, 1 de marzo de 2010

Los indígenas nada tienen que festejar en el 2010


Los indígenas nada tienen que festejar en estas celebraciones por el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, porque aun cuando fueron parte fundamental en las dos gestas, siguen rezagados y sin atención de sus demandas por parte del gobierno federal, aseguró el historiador Miguel León-Portilla.

Recordó que "los indígenas no estuvieron de espalda frente a los dos movimientos: hubo 40 caudillos que participaron activamente con casi 6 mil hombres, así que la satisfacción de sus demandas sería la mejor celebración para ellos", indicó en su conferencia Los pueblos originarios a partir de la Independencia, en el Museo Nacional de Antropología e Historia, como parte del primer Congreso Internacional "Los Indígenas en la Independencia y en la Revolución".

León-Portilla señaló que la Independencia y la Revolución fueron "dramas épicos" con héroes indígenas, donde su participación en la gestas fue del 50 por ciento de las tropas. Sin embargo, "de nada sirvió porque los indígenas continúan pobres, despreciados".

Precisó que "la participación indígena no fue tumultuaria, con un montón de indios que iban a pie con picos, palos y flechas, sino hombres organizados que lucharon fundamentalmente por tres razones: resentimiento al desprecio del que fueron sujetos, la recuperación de sus tierras y por una vida mejor".

Detalló que la población indígena en 1810 era de seis millones, en 1910 de 14 millones y actualmente se mantiene en 13.7 millones. "Esto me hace pensar que la población indígena no ha crecido proporcionalmente debido a las circunstancias adversas en que viven".

"Los indígenas son la raíz más honda de nuestra historia, herederos de una civilización originaria, y tal como lo menciona el artículo segundo de la Constitución, son el subsuelo en que se funda el ser de la nación mexicana", agregó.

También indicó que hasta el momento ha identificado cerca de cuarenta caudillos que lideraban hasta seis mil hombres. "Sin embargo, muchos aún permanecen en el anonimato".

Entre éstos, dijo, están Ascencio Alquicias, que venció a Agustín de Iturbide en 1820; Gertrudis Bocanegra, quien camino al patíbulo no dejó de increpar a la lucha, o del duranguense Hilario Simental, que ganó en varias ocasiones al ejército realista en Querétaro.

Portilla apuntó que la situación indígena del México actual no es nueva, ya que existe una carta donde Alexander de Humboldt describió el panorama de la siguiente forma: "México es un país de desigualdad, donde la realidad indígena es un espectáculo de miseria".

En la etapa de la Revolución Mexicana, el investigador destacó la labor de Zapata, quien apoyó y se comprometió con las causas indígenas. "Fue un mestizo que sabía náhuatl y luchó por la tierra y la libertad de los indios".

También precisó que culturalmente "los mexicanos tenemos un legado indígena que pervive en nosotros. Yo soy indígena, hablo náhuatl y no hablo español como los españoles, lo hago calmado, pausado, aunque a veces también doy de gritos".

Por su parte, el rector de la UNAM, José Narro, aseguró que la mejor forma de festejar el Centenario de la Revolución Mexicana y el Bicentenario de la Independencia es resolver la deuda no sólo histórica, sino presente y futura, con los indígenas.

Al inaugurar el Congreso Internacional "Los indígenas en la Independencia y la Revolución Mexicana", la máxima autoridad en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destacó la necesidad de fortalecer las políticas públicas dirigidas a los pueblos originarios.

Fuente: Red de comunicadores interculturales bilingües de Ecuador
Unidad Popular Benito Juárez

Difusión: Soberanía Popular

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