Fuente: La Jornada de Zacatecas
Redacción
Silvia Núñez Esquer
“Toda la historia biológica de la humanidad está cargada de prejuicios, principalmente de machismo”, afirmó Julio Montané Martí, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en el Seminario sobre Historia de la Mujer, que dio inicio el pasado miércoles.
En su exposición, el arqueólogo y coordinador del proyecto de investigación Historia de la Mujer en Sonora afirmó que hay mucha proyección de nuestras visiones actuales para explicar el pasado, y por ende, tenemos un bagaje muy grande de suposición.
El proyecto Historia de la Mujer en Sonora, con sede en el Centro INAH, tiene como objetivo general promover un mejor conocimiento sobre el papel de las féminas en diferentes periodos de la historia. El objetivo es intercambiar con otros investigadores ideas sobre la historia de la mujer, confrontar lo que uno piensa con los demás, explicó Montané.
El arqueólogo comentó que existen muy pocos estudios sobre la mujer, y más bien desde una perspectiva biográfica, aunque desde una visión sobre la importancia de las féminas en los negocios o en la vida cotidiana, pero no en la participación social de la mujer.
“Ninguneada” por la sociedad
El término “ninguneado” se refiere a que hay rechazo a todo lo que ella hace. La mujer es “buena para nada”, eso es lo que opina la sociedad, explica el académico. Es una sociedad actual donde no se le da cabida a la mujer, no tiene participación política notable y no puede luchar por sus derechos. “La mujer, tal como lo dije, es un ser transparente: no está”, enfatizó.
Interrogado sobre la participación de las féminas en las universidades y cómo, al ser mayoría, puede coexistir el fenómeno de transparencia social que utiliza en su discurso, respondió: “la mayoría en las universidades son mujeres, pero la enseñanza no es una enseñanza para mujeres”.
“Es una universidad machista, por donde le busques. Y tú no encuentras al rector dando un discurso favorable a las mujeres ni tomando en cuenta sus condiciones específicas para la academia; eso no está”, agregó.
“Tampoco hay una sociedad que busque trabajo para ellas porque ¿qué es lo que encuentras? Impartes clase en la universidad y después te encuentras a las alumnas en los supermercados de cajeras porque no hay fuentes de trabajo”, lamentó.
Y explica la trampa: “claro, aquí crearon maquiladoras para que fueran a trabajar las mujeres, pero en la actualidad han desaparecido. Y el turismo ¿qué oportunidad les da a las mujeres?: ser mucamas, secretarias y la prostitución, por supuesto, unida al turismo, porque es puro empleo de servicio, no hay inversiones creativas”.
Las féminas hay construido un “marsupio social”, concepto utilizado por el maestro Montané para referirse al sistema de condiciones que las mujeres han creado para que las y los hijos puedan sobrevivir la etapa de ausencia de autonomía.
A pesar de condiciones adversas económicas, sociales o familiares, las mujeres ayudan a sus descendientes a traspasar la etapa inicial de la vida, donde hay falta de juicio, de idea sobre el bien y el mal, y donde físicamente somos dependientes, tal como los canguros fuera del marsupio de su madre.
“Los humanos somos ‘prenatos’ como los canguros, no somos autosuficientes al nacer, requerimos terminar de formarnos fuera de la madre”, indicó, al precisar que las mujeres hasta ahora son las únicas que pueden ser madres porque tienen el cuerpo adecuado para ello y los órganos que permiten la gestación, pero ese es un fenómeno que decide cada mujer, ser o no ser madre.
“Lo que hace cada persona con su cuerpo lo determina la persona, no está predeterminado”, afirmó. No es como pasa en los países actuales de Africa, donde a las mujeres las mutilan (en referencia a la ablación), de manera que sólo sean como máquinas de gestación y no seres humanos, lamenta.
Si los humanos existimos es porque las mujeres gestan a los humanos, y hasta ahora las mujeres lo hacen con mucho cariño, porque se trata de su propia carne, convertida en un humano, y por ende, le tienen cariño.
Pero advirtió: “además, invierten mucha energía, el embarazo no es una cosa que se tiene con la pata izquierda, sino que se tiene con todo el cuerpo y con toda la conciencia, es un desgaste fisiológico muy fuerte”.
“Hay mujeres que no quieren ser madres, como hay hombres que no quieren fecundar mujeres; no es que todos lo hombres estén condenados a ser papás y las mujeres a ser mamás, es una decisión personal”, comentó Montané.
Precisó que “no basta tener condiciones para algo, es que tú decidas utilizar esas condiciones, eso es decisión propia. Yo creo que las mujeres sí deben decidir si quieren tener o no tener hijos, tal como sostienen las asociaciones de mujeres católicas, por su propia decisión, y no que te impongan”.
“No hay que imponerle nada a nadie. Porque lo peor que puedes tener es un hijo no deseado; si lo que necesitas en todo caso es tener un hijo que sí hubieras deseado, eso es la buena maternidad”, concluyó.
Durante junio se llevarán a cabo sesiones del Seminario Historia de la Mujer en Sonora los miércoles, lo que permitirá progresivamente tener un panorama más completo de la identidad sonorense por medio de la investigación, difusión y organización de actividades. Para más información se puede visitar el sitio:
http://www.historiadelamujerensonora.blogspot.com (CIMAC)
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