miércoles, 16 de julio de 2008

Pemex NO es de los partidos

Guadalupe Acosta Naranjo, presidente provisional del PRD, propuso al PRI y al PAN “dialogar” para “encontrar un acuerdo político” sobre la reforma de Pemex. Entre otros puntos propuso otorgarle a la paraestatal “autonomía de gestión”, misma que comparte el PRI, el PAN y Calderón. Otra propuesta de los “modernizadores” es el fortalecimiento de los órganos reguladores para concretar la privatización por medio del otorgamiento de permisos privados a los particulares. Acosta provoca al pueblo de México en lucha. Pemex y el petróleo NO son de los partidos políticos sino de la nación. Las iniciativas de Calderón deben desecharse, en ningún caso procede la negociación.

Propuesta de “dialogo” de Acosta Naranjo

El 11 julio, Guadalupe Acosta Naranjo, presidente nacional sustituto del PRD, invitó a sus homólogos del PAN y el PRI "a sentarnos a platicar" para elaborar una propuesta de reforma energética que transforme a Pemex y conserve el petróleo como propiedad de la nación.

Acosta dijo que "Ellos dirán si están dispuestos a platicar o no, si están dispuestos a salvaguardar con una iniciativa que nos ayude a todos a encontrar un acuerdo político, como bien lo manifestó (sic) Manuel Camacho en su última exposición que dio en el Congreso de la Unión, en el Senado". Expresó que, de parte del PRD, “hay disposición para lograr un acuerdo que transforme a Petróleos Mexicanos (Pemex), pero que mantenga el hidrocarburo como parte de la propiedad nacional”.

“Es importante que haya una reunión y logremos un acuerdo, de nuestra parte tendríamos la mayor disposición”, dijo Guadalupe y agregó que “entre los principales puntos para lograr un acuerdo político para la transformación de Pemex están darle autonomía a la paraestatal” (sic).

¿De dónde surge esa iniciativa? ¿Del PRD, cuál de todos? ¿Quién autoriza a Guadalupe para “encontrar un acuerdo político” con las cúpulas del PRI y el PAN, proclives a la privatización de Pemex? ¿De quién es la “disposición para lograr un acuerdo”?

Lo menos que se puede decir es que Guadalupe se excede en sus funciones. En realidad es un “presidente provisional” con iniciativa pero incorrecta. Acosta adelantó que “entre los principales puntos” para lograr el acuerdo está la “autonomía de gestión”. Si ese es el caso, el PRI y el PAN estarán encantados pues esa es su propuesta para la privatización.

Por lo demás, ¿Guadalupe ha consultado a la militancia del PRD? ¿Acaso tiene facultades para “acordar” con sus homólogos privatizadores?

EL PRI responde dispuesto al “diálogo”

El PRI fue el primero en reaccionar. La cúpula priísta señaló que “siempre ha estado dispuesto a dialogar con todas las fuerzas políticas”, pero “sin condicionantes ni descalificaciones”.

Beatriz Paredes, presidenta del PRI, manifestó su disposición para analizar propuestas sobre la reforma de Pemex. Sin embargo, subrayó que “serán los legisladores priístas los que finalmente concreten acuerdos en torno a temas y asuntos en los que haya coincidencias”.

Los priístas saben bien el juego que se traen entre manos. Buscan “dialogar” con el PRD (en realidad Guadalupe Acosta) para engañarlo o pactar sucios acuerdos. Tan es así que, Paredes dijo que a su propuesta, pueden sumarse otras fuerzas políticas. “Modernización sin privatización es la tesis” del PRI, aclaró. Uno de los aspectos clave de la “modernización” que propone el PRI consiste en el otorgamiento de “autonomía de gestión” a Pemex para que, entre cuatro paredes, sin procedimientos ni controles, las cúpulas administrativa y sindical, decidan “lo que quieran” sin rendirle cuentas a nadie. Esa es la esencia del Proyecto SUMA, diseñado por el gobierno norteamericano, que apoyan Reyes Heroles, Calderón y Paredes. Otro punto clave es el “reforzamiento” a la entidad reguladora, la Comisión Reguladora de Energía (CRE), para el otorgamiento de permisos privados a las transnacionales, “sin privatización”. ¿Acosta está de acuerdo en esa “modernización”?

Labastida es coautor de la privatización

En el PRI hay voces discordantes, sin embargo, dominan las cúpulas. Francisco Labastida Ochoa es coautor de la reforma presentada por Calderón. Desde 2006 ha venido cabildeando y arrastrando a legisladores de todos los partidos. Tan es así que, en diciembre de 2006, los hizo firmar una iniciativa que fue turnada al Senado para reformar la Ley Orgánica de la

Administración Publica Federal y otorgarle más atribuciones a la Sener, todas privatizadoras. El 17 de abril de 2007 se aprobó en el Senado por 94 votos a 0 (cero). Ahora, Calderón propuso esa misma Ley como la primera del paquete inicial de cinco iniciativas de reforma energética.

Las circunstancias políticas han cambiado pero las intenciones de Labastida se mantienen. El 4 de julio, hablando a nombre de los priístas, declaró que “Queremos una reforma de fondo, nos parece que lo que nos enviaron es insuficiente, vamos a pelear, a defender una reforma de fondo a la altura de los problemas, pero también a la altura de las potencialidades que tiene el país". ¿En que consiste esa “reforma de fondo”?

Labastida dijo que “se quiere un órgano regulador y una Secretaría de Energía fuerte, abocada a más planeación y a pensar más en energías renovables”. ¿Se requiere un órgano regulador? ¿Ni siquiera basta la CRE? Labastida está proponiendo que “se requiere” la Comisión del Petróleo, exactamente lo mismo que propone Calderón, También se implica que “se requiere” de la CRE, como también insiste Calderón. No podría ser de otra manera porque Labastida, reiteramos, es el coautor de la reforma energética neoliberal.

Luego señaló que “otra -alternativa- que le da mucho miedo a la gente, pero en la que hay que pensar, como es la atómica (sic), que según los expertos es hacia donde debemos transitar". No son los “expertos “quienes recomiendan esa “alternativa” sino las corporaciones transnacionales urgidas de rescatar de la persistente crisis a la energía nuclear de fisión.

Para no dejar dudas, Labastida indicó que “se desea un Pemex con autonomía y capacidad de decisión y un sistema fiscal justo”. Nadie más convencido de la tal “autonomía” (pervertida) que el propio senador priísta.

Así, ¿es posible llegar a algún “acuerdo” con los privatizadores como propone Acosta Naranjo?

El PAN también dispuesto al “diálogo”

El 14 de julio, Germán Martínez, presidente del PAN, aceptó “el diálogo” convocado por Acosta y planteó que éste se dé a partir de la iniciativa que el presidente Felipe Calderón envió al Senado (sic). ¿Para eso quiere “dialogar” Acosta?

Martínez dijo que se aceptaba esa propuesta para llegar a un acuerdo, “no vamos para alargar la discusión”, y puntualizó que le interesa también la participación del PRI. Agregó que “espera la fecha y hora para la reunión”. Reiteró que “el punto de partida es si se comparte o no el diagnóstico del gobierno federal sobre Pemex”. ¿Acosta comparte ese “diagnóstico”?

Igual que Paredes (PRI), el panista Rubén Camarillo, secretario de la comisión de energía del Senado dijo que “cualquier acuerdo entre presidentes de partidos tiene que aterrizarse entre los grupos parlamentarios, que serán los que dictaminen la iniciativa”.

López Obrador rechaza la propuesta

La propuesta de Acosta Naranjo fue rechazada por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien dijo que el único acuerdo posible es que Calderón retire la iniciativa de reforma energética.

AMLO advirtió que no permitirá que nadie “transe” con “los bandidos de cuello blanco, la mafia de la política y con el ladronzuelo de Calderón” en torno a la reforma de Petróleos Mexicanos (Pemex). “El único entendimiento que puede haber en el tema de Pemex es el retiro de las “iniciativas privatizadoras”, expresó AMLO quien dijo que “las cúpulas de PRI y PAN no son confiables, ya que antes se pusieron de acuerdo para aprobar el Fobaproa, desaforarlo, reformar la Ley del ISSSTE, y hoy quieren dar marcha atrás a la expropiación petrolera”.

Insistió en que “No hay diferencia en las cúpulas de PRI y PAN. A esos dos partidos ya los compraron los potentados que impusieron a Calderón; no podemos confiar en ellos”.

La voluntad popular no se negocia

AMLO tiene razón, no hay nada que “dialogar” con los privatizadores de Pemex (y de TODAS las fuentes de energía alternas a los hidrocarburos). Guadalupe Acosta propuso a PRI y PAN “negociar” un acuerdo sobre Pemex, para presentar un proyecto conjunto que no implique privatizar la paraestatal. Acosta se equivoca y excede políticamente procediendo a espaldas del pueblo de México.

Acosta, Paredes y Martínez debían saber que el petróleo y Pemex NO son de los partidos políticos, tampoco son del gobierno, ni siquiera son del Estado. Los recursos naturales energéticos y la infraestructura física correspondiente son de la nación. Ninguno de esos burócratas tiene facultades para “negociar” lo que corresponde a la nación.

Acosta debe retirar inmediatamente su propuesta y abstenerse de hacer torpes señalamientos sobre Pemex. Con su actitud política, Guadalupe provoca al pueblo de México, mismo que está en lucha y movilizado en varias partes del país para IMPEDIR la privatización de Pemex no para “negociarla”.

El PRD, que preside provisionalmente Acosta, ha anunciado que participará en la organización de la consulta ciudadana sobre la reforma energética. Debe proceder cuidadosamente porque la voluntad popular NO se negocia, la Constitución NO se negocia.

Frente de Trabajadores de la Energía, de México

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