martes, 14 de enero de 2014

En Nueva Italia no hubo enfrentamiento, sólo el Ejército disparó: autodefensas


Por Ernesto Martínez Elorriaga, corresponsal

Juana Pérez (tercera de izquierda a derecha) llora sobre el féretro de su hijo Rodrigo Benítez, de 25 años, muerto ayer en Antúnez cuando el Ejército intentó ingresar a la localidad para desarmar a los grupos de autodefensa. Foto Ap

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Antúnez, Mich. Esta mañana, Nueva Italia amaneció con cuatro difuntos, silenciosa y en aparente calma. Después del fallido intento del Ejército de desarmar a las autodefensas asentadas en la localidad, las calles lucen semivacías y los comercios se encuentran cerrados. El único movimiento perceptible es el de grupos de vigilancia apostados a la entrada, en los alrededores y en el centro de la comunidad. De los militares y de la policía federal, ni rastro.

A unos 10 kilómetros de Nueva Italia, en el ejido de Antúnez, se observaron a más de 100 integrantes de las autodefensas, entre quienes se encontraba Estanislao Beltrán Torres, líder y vocero de la agrupación armada en la zona. En entrevista con La Jornada, aseguró que nunca hubo un enfrentamiento entre las autodefensas y el Ejército. De acuerdo con su versión, entre las 8 y 9 de la noche del martes los militares llegaron a la comunidad con la intención de desarmar a las autodefensas, pero el paso les fue impedido por alrededor de 3 mil habitantes de la región. Ante la resistencia, los soldados intentaron replegar a la gente a golpes y empujones. En vano. Fue entonces que dispararon, primero al aire y después hacia la gente, matando a cuatro personas, entre ellas a un niña de 11 años. La Jornada pudo constatar la existencia de por lo menos tres muertos.

Testimonios de familiares de una de las víctimas, confirmaron esta versión a este medio. Dijeron que esperaban a los militares a la entrada de la comunidad (municipio de Parácuaro). Cuando llegaron, les expresaron su negativa al desarme, argumentando que quedarían indefensos ante Los Caballeros Templarios. Los soldados intentaron infructuosamente replegar a la multitud, después dispararon. Estanislao Beltrán aseguró que los militares nunca tuvieron en su poder las armas de los autodefensas y reiteró que las van a entregar hasta que el gobierno federal detenga a los pricipales líderes del cártel de Los Caballeros Templarios, entre otros: la Tuta, el Chayo y el Tucán. Mientras tanto, “seguiremos avanzando y esperamos que el gobierno entienda nuestra razón, están en riesgo nuestras vidas y las de nuestras familias”.

De esta manera, tanto Nueva Italia como Antúnez, sigue bajo el control de los grupos de autodefensa.

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