miércoles, 18 de diciembre de 2013

Farol de la calle, oscuridad del país


En concreto
Laura Itzel Castillo
18 de Dic de 2013

Mientras que la reforma energética, aprobada a todo vapor, fue recibida con beneplácito en Estados Unidos y Gran Bretaña, en México generó una enorme preocupación en la mayoría de su población.

Para la élite tecnócrata que alimenta la traición a la patria, el petróleo es cuestión de números y no de mitos. Para ésta, la soberanía es un concepto caduco, lo que importa es formar parte del jugoso negocio.

Según una investigación del periodista Jesús Ramírez Cuevas, las petroleras extranjeras en las que trabajan ex funcionarios del PRI y del PAN, “están metidas hasta la médula en las labores de Pemex y de CFE”. Tan es así, que son ellos los cabilderos del sector energético.

Destacan ex directores de Pemex y ex secretarios de Energía como Jesús Reyes Heroles, Luis Ramírez Corzo, Georgina Kessel, Juan José Suárez Coppel, así como Pedro Aspe Armella. Éstos son los “nuevos agentes financieros” y “jugadores clave” para abrir las puertas de México a la inversión trasnacional.

Según ellos, las cifras que sustentan su proyecto radican en que México, pese a ser el séptimo productor de hidrocarburos del mundo, ha perdido su capacidad, pues en una década se ha desplomado 20%. Dicen que tenemos reservas no explotadas estimadas de 115 mil millones de barriles, riqueza equivalente a la de Kuwait.

Según el Financial Times, con la explotación del gas en Lakach, un sólo campo situado en las costas veracruzanas, “se podría satisfacer la demanda de gas del Reino Unido, hasta por 16 años”. Cómo no van a estar contentos en el extranjero, con tantas promesas.

Francisco Garaicoche, jubilado de Pemex, integrante de la organización nacionalista Ingenieros Petroleros Constitución de 1917, responde que el desplome de 20% de la producción de ninguna manera sustenta la necesidad de reformar al sector energético.

Pone de ejemplo el Mar del Norte, donde la caída ha sido de 60%. Ahí operan las transnacionales que vendrán a “ayudarnos” a incrementar la producción y ahí no se plantea ninguna reforma energética, ni les preocupa a quienes cuentan con países como México, que les entregan sus reservas petroleras después de convencer a sus ignorantes y corruptos funcionarios y a la mayoría de legisladores.

Las reservas de petróleo no son de 115 mil millones de barriles, como dicen, sino de 30 mil 613 millones y las de petróleo crudo equivalente, que incluyen las de gas convertido a petróleo, ascienden a 43 mil 837 millones de barriles, como se puede ver en la Memoria de labores 2012 de Pemex.

Por si fuera poco, el director de Pemex dice que la institución no tiene dinero y que necesita inversión extranjera, pero eso sí, resulta que vamos a rescatar los astilleros de España, cuando los de México están abandonados. No cabe duda, “farol de la calle, obscuridad del país”.

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