martes, 26 de julio de 2011

Jethro Ramsés y la militarización


José Martínez Cruz

La vida cotidiana te la arrancan de un tajo, me dice Don Héctor, cuando abre la puerta de la oficina, ahora vacía, que ocupaba su hijo hasta antes de ser desaparecido. En la pared hay dos diplomas y un título de ingeniero mecatrónico. El sillón vacío. Una extraña ausencia presente. El olor de aceite y rebabas de acero del taller no disipa el aire de tristeza que se respira ni la duda que permanece en forma de pregunta: ¿dónde está Jethro Ramsses Sánchez Santana?

A sus 27 años, Ingeniero electromecánico con especialidad en mecatrónica, estudiante de Maestría en Administración de Negocios, impartía clases en la Universidad Politécnica de Morelos, tenía un negocio de ingeniería electrónica automotriz, gustaba del futbol y se identificaba con los Pumas, campeones, como casi todos mis sobrinos y sobrinas. La historia es conocida hasta su desaparición forzada en el Recinto Ferial de Acapantzingo el 1º. de mayo de 2011.

Hay una serie de policías y militares que intervienen en su desaparición: Uno de ellos es el Comandante Manrique González Acosta (patrullas 1554 y 2771) con dos elementos más, quienes detienen directamente a Jethro, elementos de la Policía Federal (patrullas 10618 y 10644) quienes entregan a los 2 jóvenes (Horacio y Jethro) a los militares los cuales llegan en las unidades 0821303 camuflajeada, 0821307 camuflajeada (se lleva a Horacio), 0821362 verde olivo (se lleva a Jethro).

El Comandante Juan Jiménez Jiménez, encargado de la Seguridad de la Feria y jefe del sector IV. Los 20 elementos del ejército uniformados excepto 1 persona que descendió de la unidad 0821307 que iba de civil con pantalón de mezclilla color azul claro, playera blanca con gris, pasamontañas, gorra verde militar con 2 líneas negras bordadas verticales, tez clara, ojos claros y de 1.70 de estatura. Siendo esta persona quién daba las órdenes a sus elementos y a quién se dirigían como Teniente Guerra. El mandó a uno de sus elementos a esposar y vendar los ojos a los dos jóvenes y los subieron a 2 diferentes unidades: a Horacio a la unidad 0821307 y a Jethro a la unidad 0821362 cubriéndolos a ambos con una lona.

El Policía Federal Juan Carlos Ortega Carmona entregó una gorra café (de Jethro) y dos teléfonos nextel, dos carteras y unas llaves al Teniente Guerra. Hay responsabilidades concretas que no pueden hacerse a un lado y van desde el policía que los detiene hasta sus superiores, militares y civiles, en los tres niveles de gobierno, por lo que Garrigós, Adame y Calderón deben responder aquí y ahora. Un delito de lesa humanidad como es la desaparición forzada no prescribe. Los funcionarios que tienen alguna responsabilidad tarde o temprano serán juzgados.

El funcionario policiaco que detiene a alguien es responsable de su seguridad y de su integridad personal hasta el momento mismo de su entrega formal y por escrito a la instancia ministerial correspondiente. Esto no ocurrió en el caso de Jethro al ser detenido por el policía municipal. Aún cuando este lo haya entregado a un elemento de la Policía Federal, jamás cumplió con las disposiciones legales de la puesta a disposición. Aún más, en un primer momento hubo una negativa de la autoridad para informar claramente su participación en el caso, aún cuando posteriormente haya dispuesto la comparecencia de su elemento policíaco para rendir testimonio ante la Procuraduría General de Justicia. Las horas iniciales son cruciales en el caso de una desaparición forzada.

Esos momentos han resultado claves para alterar la escena de los hechos que se investigan, borrar datos sustanciales, desviar y alterar las investigaciones hacia aspectos irrelevantes, lo que va configurando una serie de complicidades institucionales para eludir la responsabilidad de quienes tienen en su poder hasta la fecha al joven Jethro Ramsés y se niegan a regresarlo con vida a sus familiares. La responsabilidad del gobierno municipal, estatal y federal en esta desaparición no prescribe hasta el momento de presentar con vida a Jethro, y tarde o temprano serán llamados a cuentas por la justicia en el país o ante instancias internacionales.

Ya Amnistía Internacional ha difundido una acción urgente a sus millones de afiliados. Hasta el momento el caso se encuentra en investigación ante una de las instancias más opacas en la procuración de justicia existentes en el país: la Procuraduría de Justicia Militar. Todas las dependencias han ido delegando el caso en otra dependencia alegando que no es de su competencia el caso: la Procuraduría de Justicia del estado lo remitió a la PGR y la SIEDO lo trasladó a la PJM. Exigimos que las investigaciones del caso de Jethro Ramsés sean por desaparición forzada y que todos los funcionarios y ex funcionarios que tienen algún grado de responsabilidad en el caso sean investigados y sancionados, con el objetivo que la impunidad sea eliminada en estos casos de delitos de lesa humanidad. Y primordialmente localizar con vida a Jethro Ramsés Sánchez Santana.

cidhmorelos@gmail.com

Fuente: La Jornada de Morelos

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