jueves, 5 de agosto de 2010

INDICADOR POLÍTICO


Carlos Ramírez

• AMLO: no lo den por muerto.
• Alianza PAN-Ebrard en 2012.

El conflicto PRD-López Obrador no tiene que ver solamente con la intención de Manuel Camacho de imponer por dedazo -¡sorpresa priista!- a su pupilo Marcelo Ebrard como candidato presidencial del PRD en 2012, sino que esconde perfiles más estratégicos:

1) El PRD, Jesús Ortega, Camacho y Ebrard tienen cierto que la alianza PAN-PT-PC no es ganadora. El PRD apenas podría garantizar hoy, en el mejor de los casos, 15 por ciento de los votos y el DIA no sumaría 20 por ciento. El voto del sector de centro-izquierda lo va a absorber López Obrador como candidato por su cuenta.

2) La jugada perversa de Ebrard lo rebasa: alianza con el PAN en la candidatura presidencial PRD-PT-PC y un candidato propio para el GDF. El DF a cambio de un acuerdo con el PAN para las presidenciales. Camacho tiene toda la intención de desplazar a López Obrador y dejar a Ebrard como la gran figura de la oposición neopopulista.

3) López Obrador chamaqueó a Ortega, Camacho y Ebrard con el compromiso de aceptar la candidatura del mejor posicionado. Durante un año los estuvo toreando. Y en el momento preciso para él, se autodestapó el domingo pasado. A ver ahora quién lo detiene.

4) López Obrador no necesita al PRD. Con la franquicia del PT o PC tiene. En cambio, el PRD se desfonda sin López Obrador. Por eso el PRD no ha querido expulsarlo. Y el tabasqueño ha convertido ese temor en ventaja política. No se trata sino de la repetición del juego de la candidatura que operó durante años en el gobierno del DF: decir que no pero diciendo sí.

5) Por tanto, el Plan B de Camacho-Ebrard sería lograr una alianza estratégica en 2012 PRD-PAN para detener al PRI y a López Obrador. Se trataría de operar el modelo de construcción de una "hegemonía de centro" que desplace casi definitivamente al PRI del poder. Asimismo, ese Plan B implica una alianza legislativa para llevar esa hegemonía a una mayoría PAN-PRD en el Congreso y con ello destruir definitivamente al PRI.

6) La otra gran guerra López Obrador-Ebrard se está dando, con severos golpes debajo de la mesa, por el control político del DF y del GDF: Ebrard quiere quitarle el poder a López Obrador en la ciudad de México para su nominación presidencial y quedarse con la candidatura capitalina de 2012. Ebrard ya decidió que su sucesor sea Mario Delgado, aunque falta que López Obrador lo permita. Las bases sociales del DF van a ser fundamentales para la disputa por la candidatura. Lo saben López Obrador y Ebrard.

7) Sin López Obrador, el PRD no podrá hacer un buen papel en las elecciones presidenciales. De ahí los movimientos estratégicos de Camacho para acercar a Ebrard con el gobierno de Calderón: la salida a la crisis en el SME fue uno, y el acuerdo de Ebrard con el secretario de la Defensa Nacional fue otro. Las alianzas en Oaxaca, Puebla y Sinaloa también están relacionadas con el juego político de Camacho y Ebrard con el PAN.

8) Si López Obrador es candidato del PT-PC, el PRD solo estaría condenado al fracaso, aun con Ebrard como candidato. De ahí que Camacho sea el pivote para alguna alianza PAN-PRD como la que propuso Fox en el 2000 a Cárdenas para un gobierno de coalición. Con ello, PAN-PRD darían cuenta del PRI y de López Obrador.

9) Los estilos de López Obrador y Ebrard dejan ver la verdadera fuerza política de cada uno: el tabasqueño se autodestapó en un mitin que llenó el Zócalo por enésima vez y Ebrard lo ha hecho en entrevistas con Univisión y con Excélsior, con la filtración a El Universal de su pomposo "equipo de estrategas" y con el jalón de riendas que dio Manuel Camacho a López Obrador. López Obrador mostró el músculo que no tienen el PRD ni Ebrard, y Ebrard sólo está esperanzado a una encuesta y a las fotos pagadas en los diarios.

10) Por lo pronto, López Obrador hizo chuza política el domingo: se autodestapó, será un aspirante solitario en el PRD con un año de ventaja, ya tiene en la bolsa a PT y Convergencia, le puso a Ebrard el desafío de las masas, dio a conocer su estructura paralela nacional por lo que no necesita al PRD, destrozó el juego de Camacho de una encuesta, desdeñó al DIA por haber abandonado el lopezobradorista Frente Amplio, obligó a los perredistas a definirse desde ahora, mostró que la fuerza en el DF sigue siendo lopezobradorista y de hecho aisló a Ebrard de las bases perredistas.

11) López Obrador va a manejar al PT. Y no lo dejará aliarse con el PAN y el PRD en las elecciones de gobernador del próximo año, con lo que dejará al PRD sólo con el PAN. Con ello López Obrador dejará el mensaje del divorcio en el DIA y la debacle de la jugada de Manuel Camacho. El PRD había logrado diluir la alianza con la derecha panista por medio de un frente de tres partidos. Guerrero podría ser la prueba: el PT no irá en alianza sino por su cuenta.

12) De hecho, López Obrador ya marcó su juego: va por la candidatura por la libre bajo el argumento de que él vale más que el PRD. El PT le dará la franquicia y su movimiento le aportará la estructura. Eso sí, no va a romper con el PRD, sino a obligar a los perredistas a echarlo. Y el PRD quedará en manos del salinismo de Manuel Camacho y Marcelo Ebrard.

La lucha política López Obrador-Camacho/Ebrard apenas ha comenzado. Y no se acabará hasta que se acabe.

Fuente: El Financiero
Difusión: Soberanía Popular

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