Impone Bush a Benedicto XVI una línea política peligrosa
La visita del papa Benedicto XVI a Estados Unidos, del 15 al 20 de abril, confirmó los peores temores de los analistas internacionales: el Vaticano se ha plegado a las directrices de la política exterior estadunidense, de clara inspiración hegemónica y sigue una ruta de colisión global, que implica un enfrentamiento abierto con el islamismo radical y puede provocar un baño de sangre de clérigos y creyentes católicos por igual.
Durante su encuentro con el papa, el presidente George W. Bush, intransigente en la línea dura de su política exterior, pese a que es ya el más impopular mandatario en la historia de su país, exigió al máximo jerarca católico que adopte una actitud más beligerante contra el islamismo radical, señalan especialistas del Círculo Latinoamericano de Estudios Internacionales (CLAEI), un organismo no gubernamental de análisis, estudio y reflexión, con sede en la ciudad de México.
Los expertos, quienes tuvieron acceso a fuentes diplomáticas del más alto nivel en Washington, DC, así como a especialistas del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos (INSS, por sus siglas en inglés) de
El Vaticano, con Benedicto XVI a la cabeza, sigue las directrices de la política exterior estadunidense, subrayan los especialistas del CLAEI; y lo hace a sabiendas de que la llamada guerra contra el terrorismo y sus secuelas, como la intervención en Afganistán y, sobre todo, en Irak, han causado millares de víctimas inocentes y siguen costando pérdidas humanas, tanto de civiles como de militares.
El propósito real de Estados Unidos, que no puede pasar inadvertido a los ojos de los avezados diplomáticos de
En América Latina, hacen notar los expertos del CLAEI, el Vaticano apoya en los hechos las acciones estadunidenses contra los procesos de integración regional, en particular aquellos promovidos por gobiernos considerados de izquierda o progresistas, desde un contexto religioso en el cual se reaviva la condena a la llamada teología de la liberación, una corriente doctrinaria de pura estirpe latinoamericana, que repudian los teólogos oficiales.
Durante sus años como prefecto de
Estados Unidos utiliza al Vaticano para mantener su hegemonía en la región y presionar permanentemente a los países que no siguen los dictados de la política global de Washington y tratan de mantener un mínimo de independencia y de soberanía, consideran los especialistas del CLAEI.
Paralelamente, el Vaticano apoya otras acciones prioritarias para Washington. En enero, Hashim Thaci, un terrorista internacional de negro y sanguinario historial, exlíder máximo del llamado Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), organismo armado y financiado por Al-Qaeda; convertido en presidente de Kosovo por obra y gracia de Estados Unidos y de
En la reunión, el papa y el terrorista acordaron que durante un periodo de cinco años, en territorio kosovar, se llevará a cabo el programa Cruz Romana, cuyo objetivo principal es ampliar la presencia y la influencia de la iglesia católica en Kosovo --en la actualidad punto menos que inexistentes-- y eliminar paulatinamente a la iglesia ortodoxa serbia, establecida allá desde hace siglos.
Benedicto XVI no tuvo empacho en aceptar un convenio basado en la intolerancia, muy poco cristiano, contrario a las enseñanzas evangélicas. Aún más, el Vaticano entregará recursos a Thaci para construir 24 templos católicos en Kosovo. Si el número de católicos crece en la debida proporción, conforme a las proyecciones del Vaticano, revelan los expertos del CLAEI, el papa encabezará una campaña internacional para lograr un amplio reconocimiento a la unilateral independencia de Kosovo, que vulnera la integridad territorial de Serbia; y para que el nuevo país, controlado por terroristas, ingrese en
En otro frente, conforme el Occidente –en particular Estados Unidos y
No hay comentarios:
Publicar un comentario