lunes, 18 de febrero de 2008

¿Privatización, “boxeo de sombra”?


Cárdenas finge ignorancia

Cuauhtémoc Cárdenas aparenta navegar sin brújula pero no es así. Declaró que no conoce ninguna declaración de algún político importante que se haya manifestado a favor de la privatización de Pemex. Criticó a los sectores progresistas que están haciendo boxeo de sombra y se manifestó por la Autonomía de gestión para la paraestatal.

El político michoacano dijo, respecto a la reforma energética, que “ambas posturas –cuando se habla de que es necesaria y de que Petróleos Mexicanos (Pemex) no debe privatizarse– no dejan en claro qué se quiere decir con esto”. Al parecer, Cárdenas no sabe en que consiste la privatización petrolera siendo que, de manera furtiva, el proceso lleva ya casi 13 años.

“Lo cierto es que cuando se habla de que hace falta una reforma energética, quienes lo señalan no están diciendo qué entienden o qué quieren que se haga, qué es lo que se quiere modificar, qué es lo que no se pretende cambiar respecto de la situación actual”. Cuauhtémoc al parecer no lee las noticias diarias. El propio gobierno de Calderón se ha encargado de hacer explícitas sus propuestas. Más aún, su cabildero oficioso, Francisco Labastida, ha sido suficientemente preciso. Por otra parte, la primera del paquete de 10 leyes secundarias a ser modificadas ya se aprobó desde 2007.

¿Boxeo de sombra?

Cárdenas asume una posición lamentable por cínica. Dijo que los actores políticos deben ser precisos y explicar “cuál es el cambio que debe darse en la política petrolera en particular, cuáles son los cambios que deben permanecer y que no entremos en lo que pudiéramos llamar boxeo de sombra, estar diciendo ‘estoy en contra’ cuando nadie del otro lado plantea posiciones como la privatización”.

¿Qué nadie, “del otro lado”, plantea posiciones como la privatización? Por conveniencia política y oportunismo, Cárdenas ha reconocido a Calderón no obstante evidencias públicas del fraude electoral. Pero, ahora se ha convertido en “biombo del pelele”. El gobierno de Calderón ha reiterado su política subordinada al imperialismo y sus planes privatizadores son del dominio público, todos lo sabemos menos Cárdenas. Eso, no es creíble.

Reiteramos que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) ha otorgado 700 permisos privados y, actualmente, la capacidad de generación eléctrica, total a nivel nacional, asciende al 43%. Eso se llama privatización porque las transnacionales construyen y operan centrales eléctricas que son de su propiedad. En materia de gas natural la CRE ha otorgado 185 permisos para la distribución, transporte, almacenamiento, distribución de gas LP y transporte de gas por ductos. Las transnacionales y sus filiales realizan actividades propias de Pemex y son dueñas de la nueva infraestructura y de la existente. Hay, más, otros dos casos son los Contratos de Servicios Múltiples y los Contratos de Servicios Integrales. La desnacionalización energética es alarmante. Esta privatización no está planteada, es real. De los políticos, nadie es privatizador

Cuauhtémoc parece chico. Dijo que “hasta el momento no conoce declaración de algún político importante que se manifieste en favor de la privatización, “por ejemplo, de los yacimientos, o privatizar la exploración o explotación del recurso petrolero, o que esté planteando que las refinerías se privaticen”.

Es obvio que a ningún político en este país de cínicos, como decía Heberto Castillo, le gusta la palabra “privatización”. En el medio político, nadie es privatizador, todos son demócratas, finas personas, respetuosos de la ley y de los derechos humanos. Todos, también, están de acuerdo en que el petróleo (mientras esté en el subsuelo) es de los mexicanos, ni siquiera lo discuten, pero en la práctica (al extraerlo) se apropian de ese recurso y hasta han aprobado leyes secundarias contrarias a la Constitución para que el capital privado extranjero haga negocios con el patrimonio que no es suyo.

Si Cárdenas está esperando a que algún político “importante” se manifieste a favor de la privatización, es que vive en otro mundo. Pero, sí de nombres se trata, allí están Calderón, Gamboa, Creel, Reyes Heroles, Labastida y secuaces. Todos han dicho que pretenden la intervención del capital privado y desean irse a fondo contra Pemex. Solo que, como no pueden reformar a la Constitución han optado por hacerlo con la legislación petrolera secundaria. Eso, también, sería ilegal por ser inconstitucional.

Por lo demás, a los políticos mexicanos, incluido Cuauhtémoc, no se les conoce por lo que dicen sino por lo que hacen. Cárdenas aparenta ignorancia para dejar hacer al contrario, en este caso, al gobierno de Calderón. En vez de llamar a la defensa del patrimonio energético de todos, sumándose a la lucha, se dedica a confundir abusando de su presencia ambigua en los medios.

Cárdenas sabe y avala la privatización de Pemex

En crítica a la oposición socialdemócrata, Cárdenas dijo que “me parece que algo que no cabe en los sectores progresistas es estar haciendo este boxeo de sombra, sin tener una claridad o propuesta clara respecto de lo que se tiene que hacer o lo que no se tiene que hacer en esa materia”. Pareciera que él es el único que sabe qué hacer y los demás no tienen claro nada. Se equivoca.

Cárdenas, que pareciera tener propuestas claras, se limita a repetir oficiosamente la propuesta del gobierno en la cual coinciden muchos otros. Se pronunció por que “se concrete un primer acuerdo en el que todos los actores coinciden: conceder autonomía de gestión a la paraestatal”.

Cuauhtémoc no parece chico, lo es. La llamada autonomía de gestión es una forma de privatización al dejar en manos del director en turno y otros burócratas más la toma de decisiones unilaterales. Sabido es que las intenciones de la burocracia de Pemex consisten en pactar alianzas con los inversionistas privados los que tendrían capacidad de decisión en sus negocios.

El FTE de México está en total desacuerdo con la política expresada por Cuauhtémoc Cárdenas y lamenta que se sume acríticamente a la política antinacional de Calderón.

Frente de Trabajadores de la Energía, de México

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