Con cantos, oraciones y consignas, cerca de 80 fieles, sacerdotes, religiosas e integrantes de
El padre Leoncio Hernández dijo a Apro que renunció verbalmente ante el arzobispo porque lo reprendió “por acompañar a la gente en las megamarchas, así como por celebrar misa en los espacios públicos, traducir el Evangelio al mixteco, rescatar los ritos propios y los sitios sagrados de los pueblos, y recuperar la vestimenta indígena”. Tras la manifestación, el arzobispo sostuvo una improvisada reunión con el coordinador del Presbiterio de Oaxaca, Manuel Arias Montes, y otros ocho sacerdotes que acudieron a respaldar al padre Leoncio Hernández.
La protesta, que duró dos horas, terminó cuando el coordinador del Presbiterio de Oaxaca informó que la reunión con el arzobispo se realizó con “mucho respeto” y que en ningún momento fueron regañados por solidarizarse con el sacerdote mixteco. “Afortunadamente, hubo entendimiento. Empezamos a dialogar, y hay apertura entre ambas partes (arzobispo y presbiterio) para que las pláticas continúen”, dijo el padre Manuel Arias, quien rechazó que exista un cisma al interior de la arquidiócesis de Oaxaca. Reiteró que los “sacerdotes que hemos acompañando al pueblo estamos en sintonía con el padre Leoncio”. Durante la protesta, los inconformes corearon: “Si Leoncio se va, Botello no seguirá”; “Los padres unidos, jamás serán vencidos”; “Leoncio aguanta, el pueblo se levanta”; “Queremos obispos al lado de los pobres”.
Otros portaban pancartas con frases: “En el gobierno es Ulises; en
Cabe recordar que, el pasado 4 de diciembre, las Comunidades Eclesiales de Base (Ceb’s) entregaron en las oficinas de la arquidiócesis de Antequera un documento donde cuestionan duramente a la iglesia como institución por la ausencia de “más obispos al lado de los pobres” y porque “cada vez más está al servicio de los poderosos y no del pueblo de Dios”. Pero, sobre todo, por las presiones ejercidas contra el coordinador diocesano de las Comunidades Eclesiales de Base, Leoncio Hernández Guzmán, quien prefirió renunciar a su ministerio sacerdotal.
En el documento, de tres cuartillas, y dirigido al arzobispo José Luis Chávez Botello, los “laicos comprometidos” le pide que “ya deje de hostigar y amedrentar a nuestros sacerdotes que, en su momento, han decidido acompañar al pueblo en su lucha por lograr un mundo mejor”. Sin embargo, el arzobispo rechazó la existencia del documento y pidió a la prensa “no dar crédito a la denuncia”.
Con la protesta de este lunes, quedó claro el conflicto interno que existe en la arquidiócesis, una crisis que hicieron patente 42 clérigos cuando firmaron un escrito donde exigieron al gobierno federal atender de inmediato la “ingobernabilidad que prevalece en el estado” y se pronunciaron por la “desaparición de poderes” de Ulises Ruiz Ortiz.
Con información de AIPIN
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