18 de octubre de 2007. Una vez más la resistencia civil pacífica puso en aprietos al Usurpador Calderón, quien asistió al Senado de la República para entregar la medalla Belisario Domínguez, de manera póstuma, a su padrino político Carlos Castillo Peraza.
En esta ocasión la RCP se reunió desde las 9 AM en la esquina de Donceles y Eje Central, una vez que llegó Gerardo Fernández Noroña, tras estar un rato en esa esquina nos movimos a la calle de Tacuba y de ahí, en forma sorpresiva nos movilizamos hacia un restaurante conocido como La Pagoda, el cual está ubicado en la calle 5 de mayo, pero que tiene una puerta hacia un callejón que nos permitió acceder al Senado de la República. Por supuesto cogimos por sorpresa a los elementos del Estado Mayor Presidencial quienes quisieron detenernos (incluyendo al de la voz que se salvó por un brincote que pegó, aunque por poco aplasta a Noroña contra las vallas, jeje).
Desde esa posición la RCP pudo gritar a todo pulmón al Usurpador quien mandó poner bocinas desde las cuales transmitieron música de cantina para apagar los gritos de los obradoristas, además de poner unas mamparas de triplay de unos 2 metros de altura con las cuales bloquearon nuestro radio de visión aunque no el del compañero Fernández Noroña quien trepado en un poste lo pudo ver, fue visto, y le gritó de todo al Usurpador.
*Estén pendientes porque en la noche subo las fotos.
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