martes, 11 de agosto de 2009

Refrendan jóvenes campesinos su rechazo a los transgénicos en conclusión de campamento

Llaman a desarrollar más reuniones en favor del cultivo

Fuente: La Jornada de Guerrero


RODOLFO VALADEZ LUVIANO (Corresponsal)

Atoyac, 9 de agosto. Con un modesto acto en las instalaciones de la Coalición de Ejidos de la Costa Grande, concluyó el Primer Campamento de la Juventud de la Vía Campesina de América del Norte, organizado por jóvenes miembros de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA), quienes se pronunciaron contra el uso del maíz transgénico en México y reconocieron que el uso de esa semilla en este país se debe a la ignorancia y falta de información de los lugareños, que en su mayoría prefieren la semilla criolla.

Durante siete días, unos 30 jóvenes visitaron algunas comunidades de Atoyac, Coyuca de Benítez y Benito Juárez con la finalidad de conocer las diferentes técnicas de cultivo que usan los agricultores de la región, a quienes sugerían rechazar los productos de la empresa trasnacional Monsanto, principal productora de semillas transgénicas en el mundo, según en una entrevista Javier Pérez miembro, de la Vía Campesina de Norteamérica.

El también miembro de la UNORCA dijo que durante el campamento, el cual logró reunir a campesinos de Estados Unidos, Canadá y México, se pudo crear un resolutivo y un plan de acción para los próximos cuatro años.

Reconoció que por falta de información, los campesinos de esta región han comenzado a usar dichas semillas, pero que una vez que les explicaron y orientaron sobre el daño que se causa al suelo, a cultivos y a la salud, optaron por regresar a la semilla criolla, por lo que consideró necesaria la organización de más campamentos como éste en regiones como la Costa Grande de Guerrero.

“En las visitas que realizamos a las comunidades de esta región fue importante escuchar la opinión que los sembradores tienen sobre el uso de productos transgénicos y transnacionales, haciéndoles saber la forma en que serán afectados con el uso de esas semillas, lo que nos permitió reforzar nuestra campaña permanente en contra de la compañía Monsanto”, explicó.

Entre los resolutivos, hicieron un llamado a las comunidades y pueblos indígenas del país para defender sus semillas nativas y defender sus territorios de la siembra de productos transgénicos, así como a los organismos internacionales para que condenen al gobierno de México por la violación de los derechos ancestrales de los campesinos, a la biodiversidad, a la soberanía alimentaria y al principio de cuidado y precaución en centros de cultivo básico para la alimentación y economía mundial.

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