Fuente: Boletín mensual del CNEE zona metropolitana
E n relación con el proyecto para construir una nueva refinería, a la luz de nuestra experiencia en la industria petrolera, expresamos algunas consideraciones para contribuir a que esta obra brinde mayores oportunidades y ventajas para los mexicanos.
Sin duda es positivo para nuestro país que se construya una refinería capaz de procesar 300,000 barriles de crudo pesado por día, la cual con una ingeniería adecuada y una estrategia de operación eficiente podría rendir 150,000 barriles de gasolinas por día, (bgpd) volumen que dejaría de importarse. Sin embargo, de acuerdo con el dictamen de la propia Secretaría de Energía, el déficit de gasolinas para el presente año será de 359,000 bgpd; por lo cual, aún con la producción esperada de 75,000 en el tren de la refinería de Minatitlán para el año de 2010, subsistirá un déficit de 400,000 barriles por día para el año de 2017.
Si PEMEX y el Gobierno Federal, verdaderamente quieren atender la demanda nacional de petrolíferos, será necesario que el Sistema Nacional de Refinación opere al 100% con lo que se obtendrán 150,000 bgpd, deben construirse otras dos refinerías de 300,000 barriles de petróleo por día, las que podrían aportar hasta 300,000 bgpd. Debe emprenderse el proyecto y la construcción de tres refinerías, una cada año, iniciando en 2010 y terminando en 2017. Con esa capacidad de producción se podrá satisfacer la demanda nacional. De otra forma, las acciones de PEMEX SEGUIRÁN EN EL SENTIDO DE HACER COMO QUE SE QUIERE CUMPLIR, PERO NO CUMPLIR EN LA PRÁCTICA.
La localización debe ser una decisión de PEMEX y la SENER, apoyada en estudios de carácter técnico y económico, como se ha hecho en los casos de las seis refinerías que integran el sistema nacional. En el caso de las tres últimas, proyectadas y construidas por PEMEX en Cadereyta, NL., Tula Hgo. y Salina Cruz, Oax., primero se hicieron los estudios técnico económicos, después, las acciones de ingeniería, posteriormente se evaluaron diferentes opciones de localización, se decidió la adquisición de los terrenos y finalmente se anunció la construcción de cada una de ellas.
De manera inédita, PEMEX abre una consulta para que los Gobiernos de los estados le digan donde ubicar la nueva refinería; DELEGANDO ASÍ SU RESPONSABILIDAD EN OTRAS INSTANCIAS Y COMPLICANDO EL PROYECTO. Desde nuestro punto de vista LA SECRETARÍA DE ENERGÍA Y PEMEX DEBIERON ADQUIRIR EL TERRENO.
El proyecto de la nueva refinería, es vital para reactivar la economía de nuestro país, debe darse la participación de las empresas mexicanas de bienes de capital para el suministro de insumos de equipos, materiales e instrumentos para la construcción de las insta- laciones industriales; así como de las firmas de ingeniería y las compañías de construcción nacionales, que deberán abrir oportunidades de trabajo a miles de profesionales y técnicos mexicanos.
Sin embargo, no se han dado a la luz pública los convenios que deberían establecerse con la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría, o con la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, tampoco se sabe si el Instituto Mexicano del Petróleo, reconocido como el brazo tecnológico de PEMEX, con amplia experiencia y capacidad para el desarrollo de este tipo de proyectos, tiene definidos los términos de su participación en la ingeniería de esta refinería. Independientemente de lo previsto por la ley para concursos de obra, consideramos que PEMEX debe publicar de inmediato una invitación a las firmas de ingeniería, fabricantes y constructoras para participar. Tampoco PEMEX ha anunciado la recontratación del personal capaz y experimentado que despidió, esto no se puede reactivar de la noche a la mañana; si no lo hace, ESTARÁ CERRANDO LOS CANALES DE PARTICIPACIÓN NACIONAL EN LUGAR DE ABRIRLOS.
Asimismo, PEMEX debe designar ya al director del proyecto y éste conjuntar su equipo de trabajo con ingenieros que hayan diseñado y construido refinerías; una improvisación puede llevar a un rotundo fracaso y resultar en altos costos para el país; recuerden los casos recientes de Cadereyta y Minatitlán. PEMEX DA LA IMPRESIÓN DE ACTUAR CON LENTITUD.
Tampoco ha definido el tipo de contrato; los peores resultados se han obtenido con los contratos “LLAVE EN MANO”. La ley actual permite solo tres tipos de contrato que son: a precios unitarios; llave en mano; o Mixto que sería una combinación entre los dos (precios unitarios- llave en mano). PEMEX debe seleccionar aquel que permita mayor control del proyecto y el mayor contenido Nacional. El Gobierno debe ser transparente y congruente con sus políticas de aumentar el empleo y reactivar la economía Nacional. Recomendamos también que PEMEX se apoye para la dirección del proyecto, con el personal experimentado que despidió o jubiló y que tiene los conocimientos probados y necesarios para llevar a buen fin el proyecto y evitar fracasos tan grandes como los de Cadereyta y Minatitlán.
Con estas demoras, indefiniciones y delegación inapropiada de responsabilidades, se transmite a la población la impresión de que el Gobierno Federal, la SENER y PEMEX no tienen la verdadera intención de construir la refinería. De ser así, habría un enorme daño para México. Desde hace 70 años PEMEX ha sido el motor fundamental de nuestra economía; la nueva refinería es de urgente necesidad y constituye un proyecto estratégico, debe prevalecer el interés nacional y la defensa de la soberanía energética, bajo el marco de nuestras leyes y el cumplimiento estricto de la Constitución de la República.
Ing. Marcos Valdez G. integrante del CNEE y del G-17.
Fuente: PEMEX Refinación. Indicadores operat
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