Fuente: La Jornada de Veracruz
Difusión Soberanía Popular
Zongolica, Ver.- Tan sólo las condiciones en las que por años han vivido la mayoría de los habitantes de esta zona convierten a la sierra de Zongolica en la incubadora de movimientos sociales, de los cuales han emergido, por ejemplo, dos de los dirigentes más importantes de las agrupaciones armadas conocidas en el México actual: el Ejército Popular Revolucionario (EPR) y el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI). El escenario político, económico y social por el que transita el país hace que la serranía se haya convertido en un centro de preocupación oficial por su ya palpable tensión social.
Aun cuando la versión oficial asegura una “tranquilidad en los municipios de la sierra”, la verdad es otra. Por lo menos para Julio Atenco Vidal, dirigente de la Coordinadora Regional de Organizaciones Indígenas de la Sierra de Zongolica (Croisz), en la sierra sí hay movimientos sociales de rechazo a las condiciones en las viven los indígenas de esta zona: “lo que pasa es que el gobierno por muchos años ha presumido una paz social por el control policíaco que ha ejercido, o bien por los grupos caciquiles, como en su momento lo hizo a través de Armando García Lebrés, que se encargaba de apaciguar los movimientos sociales”.
Pero la realidad es diferente al discurso oficial que, como premisa, presume una modernidad en la sierra basada en vías de comunicación y ampliación de servicios básicos. Sin embargo la retórica oficial no reconoce el desempleo, la marginación, el hambre, el analfabetismo, entre otras carencias, que desde décadas han sido la característica, el sello distintivo de esta parte de Veracruz.
Precisamente, estos argumentos aunados a la presencia de grupos caciquiles y represores, en la década de los 80 dieron origen al primer movimiento social en la sierra: el Timocepanotoke Noche Altepeme Macehualme (Tinam, Unión de Todos los Pueblos Pobres), fundado por Gloria Arenas Agis, su hermana Norma y el sacerdote católico Salomón Lemus, según el sitio electrónico http://mypage.direct.ca/c/carlos/gloria.html
“Una mañana fría y nebulosa, el movimiento de las hermanas Arenas llevó a cabo la toma del palacio municipal de Magdalena. De inmediato –por instrucciones del entonces gobernador Agustín Acosta Lagunes–, el entonces secretario general de gobierno, Ignacio Morales Lechuga, envió a dos representantes: al licenciado Óscar González Pérez y al doctor Francisco Javier Zamora Malpica para entablar un diálogo. Cuando los activistas se resistieron a entregar las instalaciones municipales, el gobierno estatal los amenazó con la cárcel. Ni así dijeron. A partir de ese momento se inició una rabiosa persecución permanente en contra de Gloria, Norma y su esposo Felipe Velasco Olmedo.
”Así es como surgieron a la lucha social ella y su hermana Norma, cuando eran unas jovencitas de no más de 20 años de edad. La lucha social de Gloria Arenas Agis nació en Zongolica. Ella, su hermana Norma y el esposo de su hermana, Felipe Velasco, organizaron a los campesinos serranos y fundaron el Tinam para emprender una lucha pacifica en defensa de sus habitantes.”
Esa persecución oficial tuvo resultados posteriores y finalmente, Gloria Arenas sale del estado para refugiarse en Guerrero, donde se integra al EPR y posterior forma el ERPI como una de sus principales dirigentes, según confiesa en una entrevista periodística publicada en el diario El Sur, que se edita en aquel estado:
“Ni yo ni Jacobo, su esposo detenido en Almoloya de Juárez, somos de Guerrero, yo soy de Orizaba, Veracruz y Jacobo de Miahuatlán, Oaxaca. Yo llegué a refugiarme a Guerrero, huyendo de Veracruz (1982-84) en donde fui perseguida por el entonces gobierno de Agustín Acosta Lagunes y su secretario de gobierno, Ignacio Morales Lechuga. Escogí Guerrero como refugio, pero ahí me di cuenta que la represión en contra de los pueblos, principalmente originarios, era también brutal y comencé a buscar movimientos populares, con quienes pudiera trabajar, principalmente en Acapulco. Así me involucré con movimientos sociales de los que aprendí mucho, que me enseñaron una forma diferente de lucha, porque yo pensaba que iba a llegar a enseñar y fue todo lo contrario, ellos me enseñaron (tomado de: http://www.suracapulco.com.mx/nota1e.php?id_nota=54481).
Tanto Gloria Arenas como su esposo tras abandonar Veracruz se integraron en la dirigencia del EPR y después por desavenencias formaron el ERPI, como ella reconoce en la misma entrevista: “Tanto Jacobo (Silva Nogales, el ex comandante Antonio del ERPI) como yo éramos solamente dos de los integrantes del comité directivo de la organización; es decir, cuando nos detuvieron, pensaron que habían acabado con el ERPI, pero no fue así, porque la directiva o los únicos dirigentes no éramos nosotros, la organización continúa, no está desmantelada; eso sí, nosotros ya no tenemos contacto con ellos, porque ellos siguen su proceso y yo sigo con el mío, porque desde el momento en que me detienen y me meten en la legalidad, entonces no queda otro camino más que el movimiento pacífico, y agarramos esa trinchera”.
La salida de Gloria Arenas incidió de gran manera en la permanencia y existencia del Tinam, organización que en apariencia ha dejado de ser esa agrupación de lucha indígena e incluso ha desaparecido del escenario social de esta sierra.
Este contexto podría tener origen en la falta de una estructura definida, según argumenta Julio Atenco: “desde los orígenes del Tinam no se vio como un proyecto alternativo. En sus discursos eran muy radicales, incluso se notaba una teoría marxista-leninista, pero en la práctica era diferente, sus reclamos se basaban sólo en apoyos materiales como despensas o láminas y vamos hacer un movimiento de esta naturaleza para pedir sólo despensas y láminas, pues no es una opción viable”.
Pero las hermanas Norma y Gloria Arenas Agis no son las únicas dirigentes sociales que al salir de esta sierra se integraron a los movimientos armados que clandestinamente operan en el país. Andrés Tzompaxtle Tecpile, nativo del municipio de Astacinga, él sí es un indígena que se ha integrado a la lucha armada, concretamente con el EPR. Su ubicación como “guerrillero” surge a la luz pública, a partir de la detención fortuita de dos de sus hermanos a manos de elementos de la Policía Federal a inicios de 2006.
La detención de los hermanos hace que el “combatiente Rafael” revele su origen veracruzano para deslindar a sus hermanos, Gerardo y Jorge, de cualquier relación con el grupo armado. De acuerdo con una entrevista (www.cedema.org), Andrés Tzompaxtle Tecpile se confesó como el único de la familia que ha incursionado en la lucha armada, a través del EPR:
“‘a mis hermanos los detuvieron por ser indígenas nahuas, por apoyar las causas justas del pueblo y por ser hermanos míos’, pero dijo que estos nada tienen que ver con grupos armados.
”El ex combatiente del EPR fue detenido el 25 de octubre de 1996 en Zumpango de Neri, cabecera municipal de Eduardo Neri, a unos 20 kilómetros de Chilpancingo, cuando trasladaba a unos reporteros a una entrevista con la dirigencia del EPR.
”Aseguró: ‘hoy ya no pertenezco a ninguna organización insurgente debido a las torturas que sufrí durante cuatro meses seguidos que me afectaron la columna vertebral, y la pérdida de 60 por ciento de la vista’.
”Indicó que ante la presión a sus dos hermanos y su amigo desde que fueron detenidos el 13 de enero, se vio obligado a presentarse ante los medios de comunicación ‘para decir que yo soy el tal Rafael y no mi hermano Gerardo quien hoy cumple tres meses de arraigo, y el próximo lunes 17 les pueden dictar auto de formal prisión’.
”Andrés Tzompaxtle Tecpile se quitó la capucha por unos segundos ‘esto es para que vean que las autoridades gubernamentales mienten, yo soy el auténtico Comandante Rafael, y no mi hermano Gerardo’, expresó.
”Insistió que sus dos hermanos no están involucrados con ninguna organización armada, ‘más bien los están utilizando como recurso de chantaje para capturarme, o asesinarme, es una aberración querer castigar por la vía sanguínea; es absurdo decir que Gerardo soy yo, tan ridículo como decir que mi papá es mi hijo’, dijo.
”Explicó que, incluso, la policía sabe que Gerardo no es el Comandante Rafael porque durante el interrogatorio le han preguntado ‘que dónde estoy’”.
Ahora bien, que estos personajes hayan operado o nacido en la sierra de Zongolica no son condicionantes para afirmar que aquí se preparan o estructuran movimientos armados, aún y cuando se especula su existencia.
El profesor normalista y licenciado en Ciencias Sociales, Jesús Arenzano Mendoza, afirma que las condiciones de vida en la sierra y el hecho de que la serranía haya aportado elementos a la insurgencia armada del país no son condicionantes para que aquí surjan nuevos movimientos sociales que podrían desembocar en la guerrilla: “yo creo que no. Incluso si bien hubo algunos movimientos con tendencia a la lucha armada, dime si tienes conocimiento de algún enfrentamiento armado en la sierra. Lo más sonado fue el asesinato de Tehuipango, pero ése fue operado por guardias blancas al servicio de caciques de esa época, pero actualmente yo no tendría bases para afirmar que en la sierra existen movimientos con tintes guerrilleros”.
Para que haya luchar armada debe conjuntarse una serie de elementos además de las condiciones de pobreza: “por ejemplo, la participación del clero en el nacimiento de los movimientos armados fue fundamental, a través de la Teología de la Liberación. En su momento, la sierra de Zongolica tuvo una buena presencia de sacerdotes que si bien no impulsaban la lucha armada, sí eran un refugio para las organizaciones sociales. El caso nacional es Samuel Ruiz en Chiapas y en la zona, en particular fue el padre Ricardo Zapata, ya fallecido y del padre Salomón Lemus”.
Sin embargo y aunque no coincide con esa vía, reconoce que seguramente en el país hay una reagrupación de los movimientos armados ante el momento que vive México: “No descarto que haya quienes decidan lanzarse a la lucha armada, aunque en lo personal no comparto esa vía como la única solución al problema actual”.
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