A la mitad del río
Eduardo Ibarra Aguirre
Cambiar de caballo a la mitad del río es lo peor que puede hacer un jinete. Y más aún cuando está caudaloso.
A lo anterior equivale la dizque renuncia de Eduardo Tomás Medina-Mora Icaza a la titularidad de la Procuraduría General de la República y quien jugó un “destacadísimo” papel al frente de la PGR, con “lealtad y valentía” para frenar el proceso de deterioro institucional y social que se había arraigado en el país, a juicio de su todavía jefe.
El desarraigo no es otra cosa que la política consentida del sexenio, la Guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado que más de 14 mil ejecutados después en 32 meses, tiñó de rojo a 17 estados de la República, sembró el miedo entre la ciudadanía, desató la bestia que todos llevamos dentro, empezando por las bandas criminales, parte de los agentes policiacos federales y locales, y no se diga militares que imponen su propia ley, la de la selva.
La destitución de Medina-Mora, a mitad de la guerra consentida de Calderón Hinojosa --porque le permitió utilizar al Ejército para apuntalarse en la Presidencia de la República--, por lo menos hasta antes de que propusiera el famoso decálogo que la incluye en noveno lugar, no sólo entregó en charola de plata la cabeza políticamente decapitada del procurador a Genaro García Luna, sino que envió un mensaje a las elites operativas de los nueve cárteles --a las financieras y bursátiles no se les molesta-- de falta de cohesión gubernamental y pone de relieve que salió triunfante la amistad y la connivencia entre el policía número uno y el primer empleado de la nación.
Pese a lo anterior, retrocedieron justamente las pautas de la amistad hecha grupo gobernante, privilegiadas a partir de los cambios en la Secretaría de la Función Pública en septiembre de 2007, más tarde en Desarrollo Social y que se coronaron con Juan Camilo Mouriño Terrazo al frente de Gobernación.
Son los intereses plutocráticos y caciquiles los que pasan a ser privilegiados aún más para la segunda mitad del sexenio que, como bien apunta Aurora Berdejo Arvizu, tendrá como tarea de tareas evitar el estallido social, pero tampoco le falta razón al vilipendiado Andrés Manuel López Obrador cuando afirma que ya comenzó.
Resultan inocultables las marcas que están atrás del nuevo director de Petróleos Mexicanos Juan José Suárez Coppel (Banamex, Televisa, Grupo Modelo y Cinemex). O de Francisco Mayorga Castañeda al frente de Agricultura, por segunda ocasión, con el padrinazgo de Alberto Cárdenas Jiménez (Bimbo) y ahora asesor “fundamental” de Calderón y senador –¿cobrará ilegalmente en el Ejecutivo y el Legislativo?--, porque “es un gran mexicano” que generó un “crecimiento sin precedente” en la producción agropecuaria, al decir de su jefe institucional nada más, pues su filiación foxista es pública.
Cambios que, con todo y su significado, resultan mínimos frente a un muy publicitado decálogo dado a conocer fuera de tiempo y espacio históricos. No se diga en comparación con el ofensivo despliegue en la radio oligopólica y la televisión duopólica, mientras que Enrique Peña Nieto tira la casa por la ventana, la de los mexiquenses, no la propia, para divulgar con recursos públicos también sus frivolidades privadas, en tanto que miles de damnificados por las inundaciones del domingo perdieron sus hogares, y las preguntas de un sobreactuado Joaquín López-Dóriga Velandia lo hace pasar apuros al aire. ¡Así no se trata a uno de los mejores clientes de Televisa!
Los cambios número ocho y nueve del llamado gabinete legal muestran la naturaleza gris de un futuro que se antoja muy largo, salvo que la presión y el descontento sociales, a flor de piel, obliguen a un viraje que no es recomendable se postergue más.
Acuse de recibo
“Qué tan grande no será la crisis económica para los mexicanos, que hasta los que siempre han salido beneficiados de ella, hoy se encuentran preocupados. Ya para que los hombres de negocios y algunos políticos representantes de los poderes fácticos denuncien el riesgo de un estallido, es porque algo verdaderamente está mal. Pero como siempre, el costo de la crisis la terminaremos pagando el grueso de los mexicanos…”, comenta el dirigente político Mario Arturo Mendoza Flores sobre No hay otra salida (2-IX-09)… Conciso, el Comité Amigos de Puerto Rico dice acerca de Presidencialismo trasnochado (4-IX-09): “Excelente análisis”… Y Evelia Sánchez, estudiante de comunicación, cuenta “nos encanta su columna, y quiero agregar que la vanidad y el desvarío es tal que como si se tratara de un teatro, el señor se arregló una escenografía que se pareciera al Congreso de la Unión. Es el colmo de la enfermedad mental y el derroche”… El médico Javier Andrade Torres envía “mi solidaridad y apoyo al doctor Fausto Trejo Fuentes quien cursa padecimiento cerebral. El doctor Trejo fue destacado participante en el movimiento estudiantil y popular de 1968 y preso político”… Añade Fernando Carmona Bolaños: “Y dirigente activo en todos los grandes movimientos mexicanos del siglo XX y XXI”.
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