lunes, 14 de septiembre de 2009

Electricidad, una mercancía más en el circuito de acumulación de capital de oligarcas y extranjeros en México

Crítica al capitalismo

Fuente: Boletín Informativo del CNEE


México atraviesa por uno de los momentos más críticos de su historia. Más que una crisis económica temporal, se trata del fracaso del modelo neoliberal que se basa en la concentración de la riqueza en unos cuantos, a costa de la miseria de muchos. Esta política nos ha llevado a la debacle, a la degradación progresiva en todos los órdenes de la vida pública y de la convivencia social. Los mexicanos viven agobiados por la pobreza, el desempleo y la inseguridad.

La responsabilidad es de una oligarquía que, no satisfecha con la explotación a que somete a los trabajadores, se apoderó del Estado para imponer una política de saqueo del erario público, los recursos naturales y el patrimonio nacional.

Desde hace más de 26 años, al amparo de las falacias del libre mercado, Salinas entregó empresas públicas, bancos y otros bienes nacionales, a especuladores, traficantes de influencias y políticos corruptos. Este grupo acumuló riquezas y poder político hasta convertirse en una élite dominante que se colocó por encima de las instituciones constitucionales. Además, son dueños y controlan los principales medios de comunicación que utilizan para desinformar al pueblo.

A esta mafia no le importa el destino del país ni el bienestar de la gente. Ha sumido a los mexicanos en el país con menor crecimiento en el mundo; desmantelado la política de fomento económico y de generación de empleos; eliminado el apoyo a los productores del campo, y arruinado el sector eléctrico y petrolero para justificar su privatización.

El saldo es lamentable. En particular en la industria eléctrica, debido a la política de privatización, causa principal de la elevación de las tarifas eléctricas. El gobierno ha eliminado el subsidio a la tarifa Doméstica de Alto Consumo (DAC) y disminuido subsidios a las domésticas y agrícolas, dejando en la indefensión a millones de mexicanos que no pueden pagarla. A diario vemos como crece el descontento y las protestas contra los abusos en los cobros por uso de la electricidad.

Mediante un artilugio legal, se desnaturalizó y mutiló el concepto de prestación del servicio público de energía eléctrica colocándolo como una mercancía más en el circuito de acumulación del capital en México.

Por eso hoy, un puñado de trasnacionales controlan 23 % de la capacidad instalada de generación y más de un 34 % de la generación bruta en nuestro país. De diciembre de 2001 a julio de 2009, en tan solo 8 años la Tarifa Doméstica se ha incrementado en promedio arriba de un 117 % y por encima de 419%, si consideramos los incrementos de precios de la tarifa DAC.

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