Fuente: La Jornada de Veracruz
Señor director de La Jornada Veracruz:
Mi nombre es Javier Blanco, estudiante de la Facultad de Antropología. Quiero aprovechar este medio para denunciar que el pasado sábado a las 2 de la mañana, alumnos de la Universidad Veracruzana, en su mayoría jóvenes de Antropología y Sociología, fuimos víctimas del abuso de poder de las autoridades policiacas sin ni siquiera merecerlo; esa noche (viernes) organizamos la fiesta de bienvenida a los nuevos alumnos de nuestra Facultad.
Todo sucedió en la calle Ferrocarril Mexicano, colonia Represa del Carmen. Durante la fiesta, observé cómo una unidad de la policía intermunicipal se apostó cerca de la casa. Pensamos simplemente que estaba en su rondín. No le tomamos mucha importancia hasta que poco a poco comenzaron a llegar más elementos y, al cabo de unos segundos, ya habían cercado el perímetro frontal del lugar un grupo numeroso de elementos policiacos. Los jóvenes que se encontraban platicando en el exterior, comenzaron a escuchar que los insultaban y, en vez verificar que nada encontrarían ahí, dieron la señal y se armó el zafarrancho.
Muchos logramos ingresar a la casa. Ahí, me di cuenta que estaban golpeando a diestra y siniestra a quienes agarraban. Vi cómo jaloneaban a unas chicas con desprecio, las agarraban de los cabellos y las hacían como querían. !!!Qué pasa¡¡¡ Todo cambió, de una fiesta de bienvenida se convirtió en un escenario de repudio y sometimiento de parte de las autoridades que ni siquiera aguas dijeron. Sólo llegaron, echaron miradas y violentaron. A los compañeros que apañaron los subieron rápidamente a las unidades como si fuese un operativo antidroga. Cuando quisimos ayudarlos, una intensa nube de gas lacrimógeno invadió de pronto el lugar, descargando todo lo que pudiera. Después hubo anuncios de alarma: se llevaron a quince estudiantes que no tenían por qué sufrir esas vejaciones. Luego, un contingente de al menos 20 estudiantes fueron a los separos para sacar a nuestros compañeros, cuando acudieron, se dieron cuenta que algo estaba mal: algunos estudiantes estaban severamente golpeados, hubo uno a quien, dijo, lo golpearon mientras recibía insultos y amenazas. Al pedir explicación sobre la violencia ejercida a nuestros compañeros, los policías arremetieron nuevamente, pero finalmente todo terminó en una corretiza.
¿Todo esto por nada...? si no, ¿a qué fueron estos gendarmes? ¿Cuál habrá sido la orden?, ¿de quién habrá sido la mano ejecutora en este atentado a la libertad? Pensé que el atropello del Ejército se hacía únicamente en otras esferas de acción, y que ejemplos como esos jamas trastocarían los espacios estudiantiles en estos tiempos de libertad y respeto, pero ya vimos que aquí quieren repetir ese patrón de violencia. Esta vez la representación del poder cruzó barreras y copió el modelo derechista que hoy tiene en jaque a nuestra sociedad, ¿y mañana que sigue?, ¿policías vestidos de antropólogos? Eso sí que copiaría la política calderonista. Exigimos una respuesta de parte de las autoridades para esclarecer este hecho que siempre ha tenido sesgo periodístico, por eso, y al ver que en las últimas semanas este medio ha expuesto algunos temas relacionados con el abuso y la injusticia confío en su criterio para mostrar a sus lectores lo que subrepticiamente las autoridades hacen al estudiante. Como humanistas seguiremos con nuestro compromiso por la historia, el hombre y la sociedad, temas que usted mismo representa a través de su empresa.
En los siguientes días, en la facultad se hablará sobre el abuso que vivió la comunidad estudiantil y esperaremos que las autoridades escuchen nuestros reclamos. Exigimos una explicación.
Gracias
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