Fuente: La Jornada de Veracruz
Orizaba, Ver.- Mientras que en la sierra de Huayacocotla actualmente la represión a organizaciones sociales se hace a través de grupos paramilitares que operan contratados por “personajes ricos y poderosos”; en la sierra de Zongolica la reprimenda social es por medio de nuevos cacicazgos; “como el de las diputadas federal y local”, que oprimen a las organizaciones sociales: “los caciques de Zongolica sólo han cambiado de nombre pero sus prácticas sigun siendo las mismas”.
De acuerdo con datos revelados por el dirigente de la Coordinadora de Organizaciones Sociales de la Sierra de Zongolica (Croisz), Julio Atenco Vidal, en la zona serrana del norte del estado la presencia de grupos paramilitares es una actividad que incluso cuenta con el encubrimiento oficial: “tenemos referencias de que los grupos poderosos política y económicamente contratan a los paramilitares para reprimir cualquier movimiento social que afecte a sus intereses”. Asimismo denunció que la presencia de este tipo de grupos tienen objetivos claros: “ellos van hacer operaciones quirúrgicas”.
“En la sierra del norte del estado existen grupos de poder que con dinero contratan a los paramilitares para la recuperación de sus tierras y luego el gobierno se solidariza con los supuestos dueños, su radio de operación es en la zona de Chicontepec, Tantoyuca y probablemente en Huayacocotla. Estos grupos paramilitares son semejantes a las guardias blancas que operaron en los tiempos del gobernador Agustín Acosta Lagunes, están al servicio de los ricos que les pagan”.
Pero a decir del dirigente social, la contratación de los supuestos grupos paramilitares “no sólo se limita a los ricos locales, sino muchas veces son los mismos militares los que los contratan”.Ejemplificó que en el caso de la muerte de Ernestina Ascencio también pudieron haber participado grupos paramilitares; “eso en su momento lo denunciamos, sin embargo no tenemos evidencia de que haya un grupo local operando en la sierra, es muy dificil ubicarlos”.
En contraparte, en la sierra central de Veracruz las condiciones de pobreza, marginación y desigualdad social, aunque semejantes a las del norte de Veracruz, no se maniobra de la misma manera. “En la sierra de Zongolica las cosas se operan de manera diferente. Ahí lo que sigue imperando son los grupos caciquiles, que son los que ahora se encargan de reprimir a quienes asoma la cabeza en un movimiento social”.
“Los caciques de la sierra de Zongolica, han cambiado de nombre. Por ejemplo, primero existió Armando García Lebrez –líder cafetalero de la última parte de los 90–, pero ahora el cacicazgo lo comparten las diputadadas local, Bernardina Tequiliquihua, y la federal electa, Isabel Pérez Santos. Además, hay otro cacique de años, Mario Zepahua, de prácticas por todos conocidas”.
No obstante, advirtió que el cacicazgo actual es diferente del de hace años; “Los nuevos caciques han ido conformando una estructura política con un control diferente al que existía hace unos años, si lo comparamos con Armando García, la represión se hacía a traves de los golpes, era un bruto”.
Ahora bien, estas condiciones sociales que prevalacen en las zonas serranas del estado, aunque son propicias para un estallido social, distan mucho de un movimiento de esta naturaleza, según argumentó Atenco Vidal: “las condiciones de un estallido social están (vigentes) desde hace muchos pero no ha sucedido porque no existe una organización social que acompañe ese proceso. No existe una organizaciòn de esa magnitud. En los municipios en donde la Croisz tiene influencia, de inmediato sabemos qué es lo que está pasando, hasta el momento no hemos visto nada”.
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