Capos del calderonismo
Eduardo Ibarra Aguirre
Cuando Manuel Espino Barrientos habla de “los capos del calderonismo”, no lo hace con la acepción que el término tiene en Bolivia, Perú y Ecuador --persona que es muy hábil-- sino con el significado original: jefes de la mafia.
Vomitado el adjetivo calificativo contra compañeros de su partido, Acción Nacional, aunque no de sector ni de grupo de poder, el presidente de
La explicación salió sobrando porque el nativo de Victoria del Durango, Durango, que huyó de su estado a Ciudad Juárez, Chihuahua, y se vinculó con tareas de seguridad pública, conoce el argot policiaco y del hampa.
Pero la adjetivación para los hombres del primer círculo de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, por parte del madrugador aspirante a la candidatura panista a la gubernatura de Sonora, es reconfirmada y ampliada con las denuncias que formuló a Proceso (12-VII-08).
“Los capos del calderonismo” se “encargaron de llevar al partido a las prácticas del PRI”, “alineando alcaldes con la promesa de ‘bajar’ recursos federales a sus municipios”, ofrecimiento de puestos públicos o amenaza de perderlos, uso del gobierno para comprar voluntades con lo que “la nómina oficial le ganó la batalla a los principios”, espionaje en su contra orquestado por Juan Camilo Mouriño Terrazo, uso de
Mientras en el partido de enfrente, el de
Es evidente, por otra parte, que la expareja presidencial formada por el más que afamado El alto vacío y la madre de los exitosísimos empresarios sexenales Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún, no se distinguen por ser agradecidos con Calderón Hinojosa por el manto oficial con que los cubre.
Las señales enviadas por Espino Barrientos con el testimonio editorial y el tour mediático subsiguiente, revelan una problemática de largo alcance. Francisco José Paoli Bolio la resume en los siguientes términos: “El PAN está prácticamente cooptado por
Es el caso también de la decisión de remover a Santiago Creel Miranda de la coordinación senatorial blanquiazul para satisfacer las exigencias de los dueños de Televisa, de Televisión Azteca y del país. El talentoso legislador hasta ahora se da por enterado que obedeció a “una razón reprobable por agraviante”.
Mientras Germán Martínez Cázares asume la responsabilidad por la decisión, el senador persiste erróneamente en administrar su verdad y sólo promete: “Ya hablaré”.
Acuse de recibo
El diputado José Jacques Medina denunció por escrito ante el presidente de
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