Fuente: La Jornada de Zacatecas
Difusión Soberanía Popular
• Dirigente del Stmcm acusa a la empresa de no respetar acuerdos firmados
Esther Consuegra
Estanislao Mendoza Torres, secretario general del Sindicato de Transportistas de Materiales para Construcción, Similares y Conexos del Municipio de Mazapil (Stmcm), luego del anuncio del cierre y paro en la minera canadiense Gold Corp., dijo que el acuerdo signado entre los transportistas y la empresa representa “una burla”.
Precisó que en el documento se establece un plazo para que el 7 de noviembre, de no llegar a un acuerdo entre transportistas foráneos que se disputan la plaza con los zacatecanos, a éstos se les impedirá el trabajo en Peñasquito.
El líder sindical deploró que mientras a la Unión de Materialistas de Concepción del Oro y Mazapil, que concentra a transportistas de Jalisco, Aguascalientes, Chihuahua y Nuevo León se les permitió operar con al menos 20 camiones, a ellos sólo les autorizaron tres.
Señaló que con dicha problemática y la reiterada falta de seriedad de la empresa se da largas a un asunto que comienza a tener riesgos de violencia entre trabajadores de ambos gremios.
Mendoza Torres lamentó que la empresa no haya respetado los compromisos firmados ante el gobierno como testigo. Pensamos que “darían prioridad a la gente de aquí, pero nos han puesto muchos pretextos, se nos ha tratado con mentiras y nos discriminan totalmente como trabajadores”.
Aseguró que tras varios intentos de entrevistas con directivos de la minera y muchas promesas, se les ha impedido trabajar, aunque el sindicato legalmente constituido en agosto pasado tiene la capacidad para solventar el trabajo requerido por la empresa.
“Queremos que se cumpla también con el anuncio del gobierno, en el que se dijo que se tenían que regionalizar los trabajos; primero que nos ocupen y luego contraten a gente de fuera”, expuso.
Además, explicó que el sindicato pugna por una “distribución equitativa del trabajo”, al estar afiliado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), y manifestó que la problemática acarreada por el incumplimiento de acuerdos por la minera ha derivado en el endeudamiento del sindicato.
La deuda se debió a la adquisición de camiones, mantenimiento y pago de sueldos a choferes. Estimó que se pierden cerca de 150 mil pesos por patrón, más los recursos que se generarían en caso de laborar normalmente.
Por su parte, Roberto de la Rosa Dávila, secretario de Trabajo y Conflictos, comentó que Gold Corp. favorece a la unión de transportistas foráneos, mientras que al Stmcm, con más de 35 agremiados, le quita la posibilidad de “trabajar y acarrear recursos para nuestra comunidades”.
“Nosotros somos de ahí, queremos arraigarnos; si no, qué caso tiene que abran ese tipo de empresas si no empujan. Queremos que nuestra comunidad realmente esté dentro del desarrollo sustentable”, puntualizó.
Asimismo, apuntó la necesidad de realizar una investigación a fondo y que las autoridades de la administración estatal intervengan, ya que el acercamiento sostenido con algunos funcionario sólo derivó en las recomendaciones de pelear por la plaza por ser un sindicato.
Señaló que de los empresarios sólo han recibido evasivas y últimamente negativas para sostener un diálogo: “se nos relega y lo único que queremos es trabajar”.
Estanislao Mendoza adelantó que entre las acciones a tomar por el gremio está “un diálogo serio con los directivos generales de la mina; de no llegar a acuerdos, solicitarán un operativo de las autoridades de Seguridad Pública y Tránsito para que las unidades sean retiradas, porque lo justo es que se dé trabajo primero a nuestra gente y luego a otros”.
El líder adelantó que de agotarse todos los recursos, se evaluaría la posibilidad de un paro total o el cierre de la mina, aunque advirtió: “no queremos perjudicar a la minera, simplemente queremos trabajo”.
Recordó que la decisión para la creación del Stmcm estuvo relacionada con la lucha por la certificación de mil 200 hectáreas en disputa, propiedad de los lugareños y que se ubican en territorio federal.
Aseguró que antes de la llegada de Peñasquito, “nadie daba un cinco por esas tierras y ahora luchamos por que las adjudiquen a nosotros, porque somos ejidatarios de Mazapil sin parcelas”.
De la Rosa Dávila estimó que con la llegada de Gold Corp. no se mejoran las condiciones de la región, “la realidad es que hay dinero para ajenos, como el trabajo, que hay para mucha gente de fuera que se lleva el recurso, y en primer lugar debería representar una derrama para los zacatecanos”.
Finalmente precisó que si la empresa persiste en la postura de “arréglensela ustedes con la Unión”, se pone en riesgo la confrontación cada vez más recurrente entre trabajadores, pues se generan constantemente brotes de violencia y provocaciones, con consecuencias muy lamentables para todos.
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