Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)
TANIA DAMIAN JIMÉNEZ
Integrantes de diversas organizaciones sociales realizaron el domingo un mitin en el zócalo de la ciudad de Puebla para manifestarse en contra de la decisión del gobierno federal de desaparecer a la paraestatal Luz y Fuerza del Centro (LFC) y liquidar a sus 56 mil trabajadores en el país, de los cuales unos 600 laboraban en la entidad.
La protesta se realizó ante el llamado de solidaridad que realizó el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), después de que la madrugada del pasado sábado fuera sorprendido por integrantes del Ejército, el cual tomó las 103 instalaciones que existen de la paraestatal a nivel nacional.
Los participantes en la manifestación –quienes también forman parte del Frente de Organizaciones Sindicales, Sociales y Campesinas del Estado de Puebla (Fosscep)– indicaron que la medida que tomó el presidente Felipe Calderón Hinojosa significa una “puñalada” al sindicalismo independiente y a los mexicanos, porque es el inicio de la ofensiva del gobierno federal en contra de las instituciones públicas que no acepten su privatización.
Para Mara Morales Torres, responsable de las Brigadas de la Defensa de la Economía Popular de esa entidad, el fin de la desaparición de LFC es la privatización del servicio de la energía eléctrica, lo cual ocasionará que los ciudadanos paguen tarifas más altas por el mismo.
Agregó que es urgente la participación de la ciudadanía para evitar que la “derecha” se apodere “totalmente” del país, la cual con sus planteamientos sólo beneficia al 1 por ciento de la población.
Esta fue la primera protesta que se realizó en Puebla después de la publicación del decreto presidencial del 11 de octubre, en el cual se determina la extinción de la paraestatal mexicana.
Por su parte, uno de los dirigentes del Consejo Magisterial Poblano, Miguel Guerra, aseguró que con este decreto se busca “perpetrar una puñalada trapera al patrimonio nacional, a la soberanía e independencia nacionales. En una palabra, a la economía de todo el pueblo”.
Ante este hecho, añadió, “el Estado Mexicano se declara así mismo en quiebra moral y política y se asume plenamente como Estado fallido”.
En tanto, antes de que iniciara el mitin, algunos integrantes de organizaciones sociales y miembros del Partido del Trabajo, realizaron una marcha del Gallito al zócalo de la ciudad. De acuerdo con el decreto, el argumento nodal para la liquidación de LFC es que, por “su comprobada ineficiencia operativa y financiera”, representa un costo tan elevado que “ya no resulta conveniente para la economía nacional ni para el interés público”.
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