Amnistía Internacional celebra la liberación de la prisionera de conciencia Jacinta Francisco Marcial, detenida injustamente desde diciembre de 2006 en una prisión estatal en Querétaro. La organización hace un llamado para que se revise completamente su proceso y para que reciba compensación por los tres años de prisión injusta y equivocada.
“El gobierno mexicano finalmente reconoció que nunca hubo evidencia que justificara el juicio y sentencia de Jacinta a 21 años en prisión por secuestro,” dijo Kerrie Howard, Directora Adjunta del Programa para las Américas de Amnistía Internacional. “Jacinta y su familia perdieron tres años de su vida mientras estaba en prisión por un delito que no cometió. Como Jacinta misma nos dijo, nada recuperará los tres años que perdió, pero es vital que los responsables de esta injusticia sean llevados ante la justicia y que ella reciba una compensación adecuada.”
Jacinta Francisco Marcial fue liberada por el juez que presidía el nuevo juicio tras una apelación que ganó a principios de 2009. La decisión del juez era inevitable después de que la Procuraduría General de la República anunció que dejaría el caso contra Jacinta por falta de evidencia. En vista de las graves preocupaciones sobre la investigación y proceso originales, Amnistía Internacional llama a una revisión completa e imparcial de la investigación sobre los suceso ocurridos el 26 de marzo en 2006 en Santiago Mexquititlán, Querétaro, incluyendo el caso contra las otras acusadas, Alberta Alcántara y Teresa Gonzales, quienes, junto con Jacinta, también fueron condenadas por el secuestro de seis agentes federales y esperan un nuevo veredicto tras el nuevo juicio.
Antecedentes
Amnistía Internacional adoptó a Jacinta Francisco Marcial como prisionera de conciencia el 18 de agosto de 2009 porque la organización creía que no había evidencia suficiente que respaldara la acusación en su contra y era claro que había sido arrestada, juzgada y condenada únicamente porque era mujer, indígena y viviendo en condiciones de pobreza.
Jacinta Francisco Marcial, indígena otomí de Santiago Mexquititlán, Querétaro, estuvo detenida en el Centro de Readaptación Social de San José El Alto desde agosto de 2006. Fue condenada por el secuestro de seis agentes de la Agencia Federal de Investigación, AFI, pero ganó una apelación en 2009. Los agentes de la AFI declararon que Jacinta y otros comerciantes los secuestraron y mantuvieron como rehenes durante un operativo contra vendedores de discos piratas en la plaza de Santiago Mexquititlán en marzo de 2006. De acuerdo con la comunidad, ningún oficial fue detenido y el conflicto entre la AFI y la comunidad se resolvió sin violencia.
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