sábado, 19 de septiembre de 2009

Familiares, amigos y ONG despiden al ecologista Felipe Arreaga; el cortejo llegó hasta El Venado, donde reposarán sus restos


Fuente: La Jornada de Guerrero

Adiós al ecologista en Petatlán

FRANCISCA MEZA ( Corresponsal)

Petatlán, 17 de Septiembre. El cuerpo de Felipe Arreaga, unos de los principales defensores de la sierra de este municipio, fue despedido, al igual que en vida, con reconocimientos por la valentía que mostró en su lucha.

Familiares, amigos y conocidos lloraron su repentina muerte, causada por un conductor del transporte público. El cielo nublado parecía indicar que hasta la naturaleza estaba triste por su partida.

Además de sus allegados, el cuerpo del ecologista fue acompañado por integrantes del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, quienes llevaron su defensa durante el proceso penal que enfrentó por la falsa acusación de homicidio contra Abel Bautista Guillen, hijo del cacique maderero Bernardino Bautista, lo que lo mantuvo preso 10 meses en el penal de Zihuatanejo.

También lo acompañaron representantes de la organización Brigadas Internacionales de Paz (Peace Brigades International, PBI).

Cerca de las 11 de la mañana el féretro con los restos de Arreaga fue despedido de su casa para trasladarlo a la capilla de la colonia El Olivo, de la comunidad de El Barrozal en la que se celebró una misa de cuerpo presente.

El párroco Gustavo Sánchez García consideró durante su sermón que la naturaleza tal vez estaba triste por la partida de su defensor, pero al mismo tiempo alegre porque Arreaga se unía a ella.

Reconoció la intensa lucha que el ecologista llevó a cabo durante 13 años, la cual, dijo, fue su misión más grande que tuvo en vida.

Al finalizar, el sacerdote pidió a los presentes un aplauso para reconocerlo “porque el que trabaja por el bien siempre será incomprendido y en su lucha sufrirá de miedo y persecución”.

Al lado del ataúd había dos plantitas de árboles de yaca, la cuales serían sembradas en su tumba como fue su voluntad.

La caravana partió hacía la comunidad de El Venado, ubicada más al centro de la sierra donde se llevaría a cabo el sepelio.

Luego de la despedida de sus familiares, el director del CDHM Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, también reconoció la lucha que hizo el defensor de los bosques de la sierra a pesar de los problemas que esto le trajo.

Ahí, recordó el proceso penal que enfrentó de lo cual, reprochó, el gobierno, principalmente la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), no ha investigado ni dado resultados, lo que les corresponde hacer.

Agregó: “son ellos los que nos deben de dar respuestas porque nunca nos las han dado, al contrario, las respuestas que dieron a la lucha fue el exilio de compañeros, fue desplazamientos, masacres, ejecuciones, encarcelamiento y el sufrimiento de (Felipe Arreaga) 10 meses en la cárcel”.

Dijo que ahora serán las mujeres con de la agrupación Organización de Mujeres Ecologistas de la Sierra de Petatlán (OMESP), dirigida por su esposa Celsa Valdovinos Ríos, quienes junto con los hombres deberán levantar el proyecto ecologista en la sierra.

Cuando el ataúd fue puesto en la fosa, su esposa le pidió perdón por haberlo enterrado en éste, ya que su voluntad era que lo sepultaran sin nada, para unirse a la tierra. Finalmente, plantó los arbolitos de yaca sobre su sepultura, uno a la altura de sus pies y el otro sobre su cabeza.

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