martes, 4 de agosto de 2009

Latente, una revuelta en México: Palomares


Fuente: La Jornada de Oriente (Tlaxcala)

VÍCTOR HUGO VARELA LOYOLA

La falta de atención a las necesidades del pueblo mexicano por parte de los gobernantes y la corrupción que ha invadido a las instituciones del país son caldo de cultivo para un levantamiento social, el cual está a punto de iniciarse, advirtió el cantautor Gabino Palomares.

Entrevistado después de que ofreció un concierto en el patio central del Palacio Legislativo, el autor de La maldición de la Malinche indica que ve un futuro negro para el pueblo de México, pues no existe un proyecto en el país para sacar adelante a sus habitantes.

Por el contrario, advierte que el gobierno federal, con el argumento del combate al narcotráfico, ha comenzado a desplegar la fuerza castrense por todo el país para combatir cualquier brote de inconformidad social. “Y esa película ya la he visto; déjeme decirles que la militarización lleva al golpe de Estado, después no se asusten”.

Ante ello, el originario de Guanajuato alerta sobre la necesidad de que los mexicanos se organicen desde sus propias comunidades para resolver sus necesidades más urgentes, sin esperar a que los gobiernos lo vayan a hacer.

“La gente está esperando que alguien le venga a resolver sus problemas, así nos educó el PRI. Ese paternalismo en el que dicen yo te doy y si no te portas bien, entonces no te doy y no vas a sobrevivir; la gente tiene que empezar a crecer y no esperar que el gobierno de los ricos venga a resolverles su problema, ni el líder corrupto, ni los partidos corruptos, ni la institución educativa corrupta, hay que sacar a los corruptos, limpiar este país y lo tenemos que empezar a hacer en nuestra propia colonia”.

Gabino Palomares considera lamentable que la gente haya optado por regresar a “algo que ya habíamos decidido que era uncochinero, que regresemos a los mismos líderes que había hace 70 años y que nos tenían con el yugo en el cuello. La gente no tiene opciones y tiene que dárselas en su colonia, en su trabajo, en su escuela, en pequeños grupos, encontrar opciones a su propia realidad”.

–¿Quedó trunca la idea de la alternancia democrática?

–Ya no creo más en este concepto de democracia, es un término que se puede cambiar en cualquier momento dependiendo de los intereses. Se ha demostrado que la izquierda ha ganado dos veces y que los ricos de este país se juntaron para no dejarla subir. Después de unos años salen a la luz pública las evidencias de que eso sucedió y no pasa nada. Cómo va la gente a confiar en la democracia de esa forma.

“Creo que se aproxima una revuelta social, la gente ya no soporta la situación, qué va a hacer una persona que no tiene trabajo y tiene que mantener cinco hijos. La gente va hacer una revolución no porque es mala o azuzada por el comunismo internacional, como lo dijeron alguna vez, va haber una revolución porque los gobiernos no fueron capaces de crear alternativas y quedó demostrado en las elecciones pasadas.

“Creo que está latente una revolución social y no habrá por qué culpar a alguien en particular, si hay algún culpable son los ricos quienes hicieron esta crisis y los gobiernos no han sido capaces de dar trabajo al pueblo, de repartir la riqueza y de gobernar para todos, siguen gobernando para una mafia”, abunda.

–¿La militarización del país tendría como propósito real el controlar posibles brotes de inconformidad social?

–Sí, a mí me parece que el narcotráfico es un pretexto. Se están curando en salud, sacaron al Ejército por si surgen conflictos sociales muy fuertes. El Ejército ya está en las calles, está combatiendo a los narcotraficantes y de paso va a combatir a la gente del pueblo.

“La impunidad para el Ejército a mí me parece muy peligrosa. Esa película ya la vi en América del Sur, ya sé a dónde lleva darle ese poder a los militares. Si nosotros lo permitimos, déjeme decirles que esa militarización lleva al golpe de Estado, después no se asusten. Los golpes de Estado, las dictaduras son la antítesis de lo humano. Veo un futuro bastante negro, bastante terrible para el pueblo de México”.

–¿Cómo luchar contra esos poderes?–, se le pregunta.

–Hay que empezar a organizarse con la gente que está a tu lado. Tenemos que empezar a reconocernos, la vida moderna es que yo ya no conozco quién es mi vecino, aunque esté viviendo desde hace cinco años en una casa.

“Tenemos que empezar a reconocernos, volver a la base social, a la pequeña comunidad y empezar a resolver nuestros problemas, porque nos han educado a solucionar nuestros problemas de manera individual, pero si el de enfrente tiene el mismo problema por qué no resolverlo juntos”.

En esta organización, el también ex presidente del Comité Internacional de la Nueva Canción asienta que el trovador tiene un papel preponderante, por lo que invitó a las nuevas generaciones de cantautores a hacer canciones que reflejen el entorno que les tocó vivir.

–¿Cómo se encuentra la trova, el canto de protesta social en México?

–No quiero entrar en un problema generacional. Los muchachos que están haciendo canciones ahora me merecen todo el respeto, lo único que les diría es que volteen a su alrededor, porque están haciendo canciones a la luna, para ligarse a la chava.

“Eso es muy limitado, tienen que pintarme el espacio de vida que les tocó vivir, y eso implica un compromiso con su entorno. Bájense de la luna ya, creo que ya estuvo suave”.

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