Frente al gansterismo del charro petrolero Gustavo Guerra
Fuente: La Barrena No.19
Por más de 10 años, la Sección 50 que nació en 1991, ha estado controlada por Gustavo Guerra Espinosa, actual-mente desde la Presidencia del Consejo de Vigilancia.
Este individuo ha perdido el piso con el poder económico y político que ha acumulado. Su típica soberbia ha derivado en despotismo y en un comportamiento que raya en lo criminal.
Ya no sólo se siente dueño de la organización, que en realidad le pertenece a cerca de 3 mil 500 socios con que cuenta la Sección 50 del STPRM; sino que se considera dueño de Paraíso, Tabasco. Pero esto no es lo peor, sino que perdiendo la dimensión de sus actos y abusando de la necesidad de la gente de contar con un contrato para trabajar ha inte-grado grupos de golpeadores con los que somete a quien se le antoja, en especial a quienes cuestionan los abusos y la violación sistemática que comete sobre los derechos laborales y contractuales del trabajador.
Hace poco más de un mes ordenó golpe-r al trabajador Fernando Flores Magaña y dañar su vehículo y propiedades como escarmiento, pues el compañero se opuso a sus arbitrariedades.
El MOPED, asociación de trabajadores democráticos, representado por el compa-ñero Martín de la Cruz Carrillo, respalda-ron al compañero ofreciendo la asesoría legal para demandar este acto generándose la CAUSA PENAL NÚMERO 42/2009, DEL DELITO DE ROBO AGRAVADO Y LESIONES EN PANDI-LLA contra los agresores Fredy Hernán-dez Rodríguez, Marcel Cupil Domínguez y Adolfo González Hernández.
Los representantes del Poder Judicial gi-raron órdenes de aprehensión en contra de los acusados y fueron a dar a la cárcel. El ofendido y el MOPED, comprendiendo las implicaciones laborales, económicas y sobre todo las consecuencias para las familias e hijos de los acusados, así como las presiones y engaños a que fueron conducidos por la malicia del Gustavo Guerra que al final los dejó abandonados y a su suerte; optaron por encontrar una so-lución mediante a un arreglo entre las partes, al problema legal que se había dado quien fuera el ofendido y los acusa-dos derivada de la voluntad y nobleza que se suma a la valentía y dignidad de Fernando Flores Magaña y la intervención de Grupo MOPED, fueron la causa de que los acusados no fueran perjudicados en sus trabajos, ya que Guerra, que les ordenó cometer el delito los dejo en el abandono frente a la Ley a una milésima de que perdieran sus trabajos y pagaran cientos de miles de pesos por el delito cometido.
Fredy, Marcel y Adolfo; en un acto de arrepentimiento y hombría ofrecieron testimonio por escrito de agradecimiento por la intervención obrerista y noble de los integrantes de MOPED.
Urge recuperar la sección sindical y transformarla en el instrumento de lucha y desarrollo de los trabajadores al servi-cio de la industria petrolera, de Paraíso y de la Nación. Hechos como estos, nos demuestran que en necesario y posible vencer.
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