Hoy sábado 25 de Julio de 2009, como a las 7:30 intenté, sin éxito, llegar en taxi a la plaza de las resistencias (plaza catedral de San Cristóbal de Las Casas); me esperaba mi amiga Kris… en la cruz… espacio de encuentros de los diferentes. Desde hacía un rato el conductor había probado varias rutas… desesperada por la pérdida de tiempo, pagué y le pedí que me dejara ahí, a unas tres cuadras de dicha plaza… caminé la primera cuadra y me topo con el primer retén policíaco, uniformados con armas de grueso calibre que resguardaban un cerco de rejas…
—¡No puede pasar señora!, me dijeron.
—¿A dónde va?…
—¡A donde tengo que ir!, respondí sin detenerme y mostrando una seguridad que estaba lejos de sentir, pero que el encabronamiento me dejaba reflejar…
Caminé dos cuadras más, llego a la contra esquina de la plaza de las resistencias, y otro grupo de policías me indica que no hay paso…
—Están grabando, dice uno de ellos.
—Ya mí qué?, respondo y cruzo el segundo cerco… sin dejar que se repongan de su “sorpresa” sigo caminando hacia la plaza, ahí me retiene una mujer policía, que empuñando el arma en posición de guardia, en tono agresivo me marca el alto.
—No hay paso, me dijo… ¿qué va a hacer?
—¿Cómo que qué voy a hacer? ¿Desde cuándo tengo que pedir permiso para transitar por espacios públicos?, respondí.
—No hay paso señora, me ordenó en tono autoritario…
Controlando mis nervios, le dije: —Mire, yo soy mexicana, conozco mis derechos y la Constitución me garantiza libre tránsito, así que voy pasar… La mujer policía responde:
—De eso no tengo la culpa.
Entonces, le puse la mano en el hombro y respondí… “la culpa es de los hombres y las mujeres que han derramado su sangre para darnos una patria libre para que gocemos de derechos…” En eso se acerca una funcionaria del municipio y me dice que no puedo pasar por que están grabando una telenovela… Le pregunté “¿y usted quién es?”. Mencionó su nombre y apellidos, a esas alturas estaba tan enojada que no recuero ni una letra de su nombre, pero tengo su imagen grabada en mi memoria… iré a la presidencia para identificarla y denunciarla. Dentro de las rejas de contención, había mucha gente, de la que espera que salgan los “artistas” para verlos… (¡claro! ante la falta de posibilidades para asistir a espacios recreativos, ya que fuera de antros de vicio, no existen en la ciudad). Dentro de ese público estaba un maestro que me reconoció…
—Pase por aquí maestra, me dijo… Pase, aquí le abrimos para que pase…
—Y eso que es maestra —dice la mujer policía—, hacemos más caso nosotros los que somos ignorantes.
—Claro, porque soy maestra conozco y enseño la defensa de los derechos ciudadanos en cualquier espacio… los ignorantes, de su tipo… lo único que hacen es agredir… (Claro que de lo que dije no debe haber entendido ni media palabra) el mensaje tuvo efecto en la gente de “adentro” quien me abrió la reja y pasé…
¿Qué se puede ver en todo esto?
Policía armada prohibiendo el libre tránsito a personas comunes, protegiendo a la empresa Televisa.
Caos y embotellamiento de tránsito al cerrar las calles del centro histórico.
Agresión, amenaza y burla por parte de policías armadas y funcionarios del ayuntamiento a personas que, en uso de sus facultades ciudadanas, se atreven a demandar el derecho constitucional al libre tránsito.
¿Hemos naturalizado el hecho de ver a los policías con armas de grueso calibre impidiendo el tránsito, protegiendo los intereses de la televisora?
¿Hasta dónde llega el grado de alienación e indolencia que se convive con la agresión sin que nos demos cuenta?
¿El “espectáculo” que da Televisa, vale la agresión a la ciudadanía?
HERMINIA HERNÁNDEZ MORALES
ADHERENTE DE LA SEXTA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA
MIEMBRO DEL BLOQUE DEMOCRÁTICO DE LA SECCIÓN VII DEL SNTE
ACTIVISTA DE LA CNTE
PERTENECIENTE AL COLECTIVO DE LA OTRA MAGISTERIAL
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