Por Amy Goodman
Publicado el 15 de Julio de 2009
Wendell Potter es la peor pesadilla de la industria de los seguros de salud. Se convirtió en informante. Potter, ex principal portavoz de la gigante aseguradora CIGNA, declaró recientemente ante el Congreso: “Mi nombre es Wendell Potter, durante veinte años trabajé como ejecutivo de empresas de seguros de salud y vi cómo confunden a sus clientes y abandonan a los enfermos, todo para dejar conformes a los inversores de Wall Street”.
Potter estuvo muy involucrado en su trabajo en el desarrollo de estrategias de CIGNA y de la industria de seguros en general para mantener su alto nivel de ganancias, obtenidas gracias al sistema de salud estadounidense. Me dijo: “A lo que más temen es a un sistema de pagador único. Pero temen incluso el hecho de que se proponga la opción de un seguro de salud público. Pondrán todas las trabas que puedan para frustrar eso, para tratar de asustar a la gente para que piense que apoyar una opción de seguro de salud público provocaría una rápida caída hacia el socialismo…poniendo a la burocracia gubernamental entre uno y el médico. Han utilizado estos argumentos durante años y siempre han funcionado”.
En 2007, CIGNA negó a una adolescente de California, Nataline Sarkisyan, cobertura médica para un transplante de hígado. Su familia denunció el hecho en los medios. La Asociación de Enfermeros (CNA, por sus siglas en inglés) en California apoyó la denuncia. Geri Jenkins es el director de la CNA. Dijo: «Y es realmente atroz que permitamos que se tomen decisiones pensando en el dinero y no en las vidas humanas y en lo que se necesita para mantener con vida a la gente. La familia Sarkisyan tenía seguro de salud. Y esa es la cuestión aquí. Tenían seguro. Habían hecho todo lo que se esperaba de ellos. Trabajaban mucho, pagaron por su seguro, y sin embargo, cuando lo necesitaron, no estaba allí para ellos». Bajo creciente presión, CIGNA finalmente le otorgó cobertura para realizar el transplante. Pero fue demasiado tarde. Dos horas después de la autorización, Nataline murió. Wendell Potter era el portavoz de CIGNA en aquel entonces.
De camino a visitar a unos familiares en Tennessee, Potter se detuvo en una “expedición médica” en Wise, Virginia. La gente manejaba durante horas para recibir asistencia gratuita en clínicas provisorias instaladas en establos para animales en el predio de un parque de atracciones local. Potter me dijo que semanas más tarde, mientras volaba en un avión de la empresa CIGNA junto a su director ejecutivo: “Me di cuenta de que las primas de algunas personas me estaban ayudando a viajar de ese modo, que pagarían mi almuerzo servido en vajillas de porcelana china. Y luego pensé en esos hombres y mujeres que había visto en el Condado de Wise, definitivamente no tenían ni idea de cómo viven los ejecutivos de las empresas de seguros”.
Los ejecutivos de la industria de seguros y los inversores de Wall Street son adictos a las enormes ganancias y a los aumentos de dos dígitos en las tasas anuales. Para acaparar más ganancias, dice Potter, si una persona hace una solicitud importante de cobertura, el asegurador a menudo inspeccionará la solicitud de cobertura original de la persona, en busca de cualquier error que permita cancelar la póliza. De manera similar, si los empleados de una pequeña empresa hacen demasiados reclamos de reembolso, la aseguradora, dice Potter, “muy probablemente aumente tanto las tasas que a su empleador no le quedará otra alternativa que dejarlo a Ud. y a sus compañeros de trabajo sin seguro médico”.
Esta semana, mientras la Cámara de Representantes y el Senado presentan sus proyectos de ley sobre el sistema de salud, Potter advierte: “Algo que hay que recordar es que la industria de los seguros de salud se ha venido anticipando a este debate sobre el sistema de salud desde hace muchos años…y se ha posicionado de manera de estar muy cerca de los miembros influyentes de ambos partidos en el Congreso”. El Senador de Montana Max Baucus preside el Comité de Finanzas del Senado, que es clave para la reforma del sistema de salud. Potter prosiguió: “La industria de seguros, la industria farmacéutica y otros involucrados en la industria de la asistencia médica han donado…millones de dólares a sus campañas en los últimos años. Pero además del dinero, son las relaciones las que cuentan, y es por eso que la industria de seguros contrató a muchos, pero muchos lobbistas, algunos de los cuales trabajaron para miembros del Congreso, y algunos que son ex miembros del Congreso para que hicieran lobby por ellos”.
La industria de los seguros y otros grupos que tienen intereses económicos en la industria de la salud están haciendo un fuerte lobby contra la opción de seguro de salud público sin fines de lucro que propone el gobierno, y están gastando, según el Washington Post, 1,4 millones de dólares al día para persuadir al Congreso y a la opinión pública.
No nos dejemos engañar. La negativa de las empresas de seguro médico a proporcionarles a sus clientes la cobertura requerida mata gente, y Wendell Potter conoce todos los secretos. Sus denuncias podrían ser justo lo que se necesita para abandonar por fin lo que está ‘enfermo’ en nuestro sistema de asistencia de salud.
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Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
© 2009 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la presentadora de “Democracy Now!”, un noticiero internacional diario de una hora que se emite en más de 550 emisoras de radio y televisión en inglés y en 200 emisoras en español. Es coautora del libro “Standing Up to the Madness: Ordinary Heroes in Extraordinary Times,” recientemente publicado en edición de bolsillo.
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