La prisión política
Eduardo Ibarra Aguirre
Durante los primeros 17 meses del sexenio del estado de derecho y el gobierno de leyes, como reza el discurso oficial en boga, la prisión política es una de las instituciones más vigorosas.
El segundo gobierno de la alternancia, el del Anpri que sustituyó en 2000 al Prian, no se diferencia sustantivamente en esta materia de los gobiernos posrevolucionarios y los del último cuarto de siglo que con diferencia de tiempo y espacio históricos, hace de la prisión política un método de gobierno para castigar, con la colocación tras las rejas, a los disidentes políticos y sociales que se atreven a impugnarlos más allá de los límites tolerados por la delicada piel de las elites gubernamentales.
Si nos atenemos a los informes de las organizaciones de defensa y promoción de los derechos humanos, el número de prisioneros por sus ideas y prácticas políticas fluctúa entre los 500 y los 800.
La notable variación no sólo depende de la información de que dispone una organización u otra, sino de que el tipo de delitos que se les imputan y las sentencias dictadas con frecuencia logran ocultar las motivaciones sociales o políticas que condujeron a cientos de hombres y mujeres a la prisión política.
Un caso emblemático es el de Isabel Almaraz Matías. A seis años de que fue aprehendida, encarcelada y separada de sus dos hijas aún no se le ha dictado sentencia. Relata la reportera Aída Mendoza Flores: “Está acusada de secuestro, intento de homicidio, resistencia a la autoridad y organización delictuosa. Según algunos medios de comunicación, la mujer zapoteca participó en junio de 1997 en
Sin embargo,
Así, por ejemplo, para María Magdalena López Paulino, de
En tanto que para Edgar Cortez, secretario ejecutivo de
Sean cinco u ocho los centenares de prisioneros por causas políticas, como bien apunta el doctor Miguel Concha Malo –un hombre bueno como pocos-- “Tantos presos políticos en México es síntoma de la existencia de un verdadero problema en el funcionamiento del sistema político”.
Además, muchos de quienes se encuentran tras las rejas, de acuerdo a
Un problema agudo de funcionalidad del sistema político sólo puede ser afrontado con una ley de amnistía general para los prisioneros políticos.
Acuse de recibo
El escritor Gonzalo Martré expresa su “adhesión incondicional contra la represión que ejerce Fecal contra Forum”… La abogada y periodista Lilia Cisneros Luján reitera: “No hace falta decirlo, pero ya sabes que mi firma, la solidaridad de Comunicación Cultural AC, están en el apoyo a Forum”… Desde Monterrey, Nuevo León, augura el escrito Abraham Nuncio: “No nos callarán”… Para Sara Lovera López, feminista y periodista, “es hora de estar juntas y juntos. No me canso de protestar frente a tanta injusticia y tan deplorable panorama nacional”… El colega Virgilio Caballero anuncia próximo comentario dominical sobre “la agresión de que está siendo objeto Forum”… Dice el periodista Pedro Echeverría V.: “Apoyo a Forum y me opongo a las medidas contra la publicación”… Para la maestra emérita del Instituto Politécnico Nacional, Blanca Estela Roth Navaro: “Son tiempos difíciles. Mantener los valores bien claros y esperar”… El abogado Lamberto García Zapata propone: “Cooperémonos para un gran desplegado en una publicación nacional; quienes estén organizados, convoquen a un plantón en Gobernación, para protestar por la afrenta a Forum y por la libertad de expresión; enviar cartas a
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