El manejo que tuvo sobre la reforma energética fue un motivo de su destitución
Jorge Ramos y Jorge Octavio Ochoa
El Universal
Lunes 16 de junio de 2008
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Germán Martínez Cázares, presidente nacional del PAN, esgrimió tres argumentos ante Santiago Creel Miranda, el 5 de junio, para informarle que estaba decidido su cese al frente de la coordinación del Grupo Parlamentario en el Senado de la República.
Una rebelión de senadores en su contra que se quejaron de su labor como coordinador; un mal manejo en el debate de la reforma energética y su mala relación con las televisoras, lo que le limitaba salir él mismo a defender la reforma en los medios, sustentaron la caída del ex secretario de Gobernación.
Sin reconocer los reclamos, Creel Miranda se plegó a la decisión que le estaba comunicando el presidente de su partido, que cuenta con las facultades estatutarias para removerlo.
Las razones de la remoción de Creel fueron expuestas a los senadores panistas. EL UNIVERSAL reconstruyó la historia con testimonios de legisladores que conocieron de primera mano los argumentos del presidente del PAN.
Todavía el lunes 9 por la noche, Martínez Cázares comentó en la reunión semanal del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) que haría una evaluación de los coordinadores parlamentarios con los propios legisladores de ambas cámaras.
Era creíble la versión del líder del PAN, pero para esa hora Creel ya no era el coordinador y Gustavo Madero tenía el liderazgo del grupo, sostiene una fuente del CEN panista.
Al día siguiente, ya con el escándalo mediático encima, Germán Martínez Cázares convocó a una reunión urgente de los 57 senadores. Pero no fueron todos.
Durante la reunión de casi tres horas y media hablaron varios senadores. Rodolfo Dorador, de Durango; Alejandro González Alcocer, de Baja California; Rubén Camarillo, de Aguascalientes; Felipe González, de Aguascalientes; María Teresa Ortuño, de Chihuahua; Jesús Dueñas, de Colima; Eva Contreras, de Jalisco; Ulises Ramírez, del estado de México; José Isabel Trejo, de Zacatecas; Fernando Elizondo, de Nuevo León, y los poblanos Rafael Moreno Valle y Humberto Aguilar Coronado, principalmente.
Ninguno, afirman las fuentes presentes, se lanzó contra Creel. O nadie se atrevió, acotan otros. Sólo Aguilar Coronado cuestionó a Martínez “las formas” que algunos califican de “humillantes” contra Creel.
Pasaban las 22:00 horas de ese martes. En la lista de oradores seguía la neolonesa Blanca Judith Díaz. “Ya es tarde y debemos salir a los medios”, dijo el líder del PAN para detener la ronda.
Germán Martínez aún planteó a los 43 senadores presentes que le acompañaran a la rueda de prensa. “Yo creo que no porque hay una gran ausencia y esa es la de Santiago Creel”, le dijo el senador Eugenio Govea Arcos, de San Luis Potosí.
Y Germán Martínez tuvo que salir acompañado, nada más, por el nuevo coordinador, Gustavo Madero, y por el senador Guillermo Anaya, a quien quitaban de la Secretaría General del PAN pero hacían vicecoordinador.
Eso de la sedición es falso, afirma una fuente legislativa del norte del país. Cierto que hay senadores en contra de Creel, hay que ver cómo Rodolfo Dorador y Anaya, que hasta comparten casa, ni siquiera iban a las reuniones del coordinador, pero inventaron lo de la rebelión, expuso.
En el equipo de Germán Martínez sostienen que la bronca iba en serio. Que hubo senadores de gran peso político que se acercaron a él para quejarse de Creel y no hubo manera de defenderlo.
Pero lo de la presión de las televisoras es falso de toda falsedad, aseguran en el primer círculo de Germán, que sostienen además que la decisión fue correcta.
Sin embargo, integrantes de la cúpula panista dicen que si bien no hubo presión de las televisoras para descabezar a Creel, el gobierno les guiñe al quitar fuerza a uno de los principales opositores en el gobierno a la ley de medios.
Senadores insistieron en que lo de las televisoras no tiene sentido, pues hace tiempo que Madero también trae pleito con una televisora, cuando se dio lo de la nueva Ley del Mercado de Valores. El equipo de Martínez asegura que Madero no es gente cercana al presidente Felipe Calderón, que se la jugó con Francisco Barrio en la interna y nunca se desmarcó del chihuahuense.
Con Santiago Creel se responsabiliza a un alto panista de los errores que están cometiendo en la operación política sobre la reforma energética, aseguran.
Pero, añaden senadores y miembros del PAN, las decisiones no las tomó Creel en soledad. Con él caminaban el secretario de Gobernación, Mouriño; el líder de la bancada en San Lázaro, Héctor Larios; el propio Germán, y todos con el aval del Presidente.
Por ejemplo, el debate energético fue respaldado por el presidente Felipe Calderón.
O, en otro caso, cuando se había acordado que sería la bancada del PAN en el Senado la que presentara la iniciativa en torno a Pemex, Mouriño dio un vuelco al acordar con el PRI —con Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los senadores priístas— que siempre no, que fuera el Ejecutivo, lo que dio al traste con el aval que estaba dando el PRD en el Senado y que justificó a Andrés Manuel López Obrador para la “toma” de las tribunas por los perredistas el 10 de abril.
En opinión de algunos legisladores, la razón verdadera es que están buscando un chivo expiatorio para la reforma energética. Si no sale, van a decir que no se pudo porque el daño de Creel era demasiado, y si sale, porque la rescatamos nosotros.
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