El pasado 4 marzo, Rubén Figueroa colaborador del Albergue para personas migrantes de “La 72” ubicado en Tenosique, Tabasco, fue objeto de amenazas de muerte. Las amenazas de muerte provenían de una persona que había sido señalada por estar implicada en actos de extorsión contra migrantes. Amnistía Internacional teme por la vida de Rubén Figueroa.
La amenaza ocurrió inicialmente cuando trabajadores del albergue le negaron la entrada al agresor. Ante esto el agresor aseguró tener conocimiento de que había sido Rubén Figueroa quien lo había señalado y afirmó: “lo traemos entre ceja y ceja, dile a […] Rubén que le vamos a dar piso, ya los contactos saben”.
Personal del albergue ha denunciado la amenaza de muerte contra Rubén Figueroa ante la Procuraduría General de la República (PGR) en Tenosique. La procuraduría informó que ya ha abierto una investigación. Sin embargo, las autoridades locales han retirado recientemente las medidas de protección proporcionadas tras las amenazas previas contra trabajadores de “La 72”, medidas que incluían patrullas de policía en el albergue.
Amnistía Internacional ha tenido conocimiento que en días recientes y tras haber presentado la denuncia, los actos de intimidación se han incrementado.
La organización está gravemente preocupada por el peligro que corren Rubén Figueroa y otros colaboradores del Albergue, incluido el sacerdote Fray Tomás González, quienes continúan desempeñando su legítima labor aún bajo amenazas y sin contar con medidas de protección adecuadas.
Amnistía Internacional llama a las autoridades a brindar protección efectiva de forma inmediata y conforme a los deseos de las personas afectadas. Así mismo, la organización pide a las autoridades que se investiguen de forma exhaustiva e imparcial las amenazas contra fray Tomás González y Rubén Figueroa, y que las personas responsables rindan cuentas ante la justicia.
Información Adicional:
Cientos de miles de migrantes irregulares tratan cada año de atravesar México desde América Central y del Sur para llegar a Estados Unidos. Amnistía Internacional ha documentado constante ataques contra las personas migrantes, incluidos ataques cometidos por bandas del crimen organizado, en ocasiones con la complicidad de funcionarios públicos. La impunidad por los abusos contra los migrantes, que se encuentran en una situación extremadamente vulnerable, ha permitido que dichos abusos aumenten, pese a los compromisos del gobierno de garantizar el respeto por los derechos de los migrantes.
Rubén Figueroa y fray Tomás González trabajan en el albergue “La 72”, y han sido víctimas de amenazas y actos de intimidación constantes por su trabajo ayudando y defendiendo a los migrantes irregulares que atraviesan México.
En 2012, la Cámara de Diputados y el Senado de México aprobaron por unanimidad la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, que fue firmada por el presidente. El proceso de aplicación de esta ley ya ha comenzado, e incluye la participación directa de representantes de la sociedad civil, pero es preciso establecer urgentemente protocolos operativos y directrices claras sobre cooperación entre autoridades federales y estatales, y asignar recursos, para garantizar su eficacia.
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