Veracruz, Ver.- En el parque central de Cardel, familias de personas desaparecidas en los municipios aledaños a esta ciudad, colocaron veladoras y pancartas para pedir a las autoridades que den resultados en las investigaciones.
A petición de las esposas y madres de los ocho oficiales reportados como desaparecidos desde hace una semana, se juntaron personas que tienen hijos, esposos y nietos en similar situación.
Desde un altavoz, los manifestantes, vestidos de blanco, lanzaron un mensaje al pueblo de Cardel a sumarse. A dejar atrás el silencio y el miedo para contar el dolor.
Así, el suelo del parque de Cardel fue mojado por las lágrimas de los dolientes. La mayoría portando fotografías de los perdidos, contó su caso al micrófono y lo compartió.
Muchas de las críticas se centraron al poco trabajo efectuado por la Procuraduría General de Justicia del Estado, así como la sospecha de que tras muchas desapariciones se encuentran las fuerzas armadas.
“Sabemos que son muchas más las personas desaparecidas en estas región y nadie dice nada por miedo. La autoridad sabe lo que está pasando y no quieren actuar”, dijo Luis Alberto Valenzuela, padre de uno de los desaparecidos.
Al tomar el micrófono, expresó a la ciudadanía de Cardel: “pedimos a todas las personas que tengan desaparecidos, que vengan. No teman. Solo así podremos presionar a la autoridad. No estamos contra la seguridad, contra los operativos, pero sí queremos resultados”.
Enrique Tostado Ruiz, comerciante, originario de Puente Nacional, contó: “el pasado 20 de diciembre el ejército se llevó a mis dos hermanos, Sergio Luis y Cristian Tostado Ruiz. Fueron arrestado por las fuerzas armadas después de la balacera de ese día en Chichiclaxtle.
“Los vecinos de ese pueblo me dijeron que los bajaron de su coche a punta de fregadazos, de forma violenta. Pero ya fui a las comandancias de la Marina y Ejército, y dicen que no saben nada”.
Sus hermanos –dijo- habían ido a comprar refrescos para un bautizo. Pero les tocó el retén que pusieron después de la balacera. Por ello interpuso la denuncia 123/2012 en el Ministerio Público de Cardel.
“Ya la vida no me importa, vengo a denunciar la desaparición de mi nieto Max Bartolomé López, de 18 años. Se lo llevaron el 20 de noviembre en las proximidades de su casa, en Cardel”, dijo Laurencio López Morales, 70 años.
El abuelo porta una foto de su nieto en el pantalón trasero. Se muestra tímido a sumarse a la protesta.
En tanto, las esposas de los policías perdidos también tomaron el micrófono y lamentaron la falta de resultados por el gobierno del estado. Dejaron patente que sí han sido atendidas, pero “lo que queremos es que nuestros familiares aparezcan”, indicó una de ellas.
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