martes, 31 de mayo de 2011

Súmate a la bienvenida a la caravana de Sicilia el próximo sábado


FERNANDA NAVARRO

“No hay caminos para la paz, la paz es el camino”

Gandhi

Pareciera difícil, si no imposible, que en momentos de desolación, incertidumbre y violencia como los que atravesamos hoy los mexicanos pudiera surgir un rayo de esperanza. Sin embargo, esto es lo que ha ocurrido con el movimiento que, sin proponérselo, ha hecho germinar el dolor y la tragedia de un poeta: Javier Sicilia. Un movimiento que ha podido recoger y enlazar tantos gritos de indignación y de rabia hasta ahora dispersos y desarticulados por todo lo largo y ancho del país. Con su convocatoria parece haber encontrado un suelo fértil, un camino tan buscado para lograr la unidad en una causa común: el clamor de justicia, elemental para la convivencia humana.

Hay algo que distingue a Sicilia de todos los “líderes”, “dirigentes” o “mecenas”: el hecho de no ser él un político; por lo tanto, no busca encabezar ni escalar puestos con el fin de alcanzar el poder. Poeta al fin, no podía estar más alejado de lo que caracteriza a un político: el uso de la palabra para engañar, controlar, enriquecerse, dominar. Todo lo contrario. Fue el azar o el destino lo que lo enfrentó de pronto a una de las situaciones más dolorosas, como él mismo lo ha expresado. Un dolor para el que ni siquiera existe un nombre en el diccionario: la pérdida de un hijo, de la manera más deshumanizada y cruel.

Y sin embargo no es el odio y la venganza lo que lo mueve en este movimiento que crece día con día, por reconocerse miles de personas en él, sean afectadas directamente o no, pues todos nos sentimos alterados en nuestro acontecer cotidiano, en la atmósfera que respiramos, cada vez más alejada de la estatura humana que buscamos. El movimiento de Sicilia ha abierto la posibilidad de fortalecer la organización ciudadana: único camino para la reconstitución del tejido social de México, pues la mayoría de la población estamos convencidos de que no hay nada que esperar de la clase política ni de la empresarial, tan abismalmente distantes de la sociedad civil. Un ejemplo candente y actual es el de Cherán, donde están dadas todas las evidencias de una magna injusticia contra el pueblo y su territorio, ante el silencio y desinterés de las autoridades, sea por incapacidad o por complicidad con el crimen organizado. Y qué decir, por otra parte, de la delincuencia misma, que curiosamente se las ha arreglado para que sus bienes y cuentas bancarias ¡no hayan sido tocados! ¿De qué privilegios gozarán?

Cada vez resulta más claro que el único camino es la organización ciudadana con miras a pasar de la resistencia a la acción, de manera pacífica, pero firme y decidida. Por ello, esperamos que el pacto de los seis puntos que propone Sicilia y que se piensa firmar en Ciudad Juárez, Chihuahua, por ser la ciudad más asediada y herida de nuestro territorio, constituya una vía plausible para un cambio. El reto para este pacto es lograr una organización permanente, que unifique todas las protestas y rebeldías multiplicadas para que no termine como los anteriores intentos de interlocución con el gobierno, o sea, en una falta de cumplimiento, en un control y manipulación mediática que acalle el clamor de las mayorías provocando que vuelva a reinar el desánimo y la apatía. En ese sentido, hay en este pacto un aspecto que le puede dar fuerza y contundencia: su condicionamiento y firmeza al declarar que si no cumple el gobierno lo acordado, habrá desobediencia civil y boicot electoral. Argumentos que pueden resultar indeseables y hasta amenazantes para los gobernantes, siempre y cuando se logre una considerable movilización y organización de la opinión pública que enlace a los sectores y grupos que están “hasta la madre” en todos los rincones del país, de aquí a 2012, fecha en la que toda la clase política tiene puesta su mirada.

Quizá esta idea pueda parecer demasiado optimista, pero últimamente se ha visto que las sorpresas son posibles... no sólo en Medio Oriente, o ahora en España, ¡sino por doquier! Estos últimos meses han sorprendido al mundo entero. Pareciera haber surgido un clamor universal contra los efectos de la globalización exigiendo que se nos devuelva y se respete lo más elemental: ¡el derecho a tener derechos!

Recibamos, pues, a la Caravana de Sicilia en su arribo a nuestra Morelia el próximo sábado 4 de junio por la tarde/noche con el apoyo y entusiasmo que se merece. Estemos alertas en los periódicos y/o medios para conocer la hora y el lugar de su llegada, para brindar con ellos con un vaso de agua fresca y unos tamales, y desearles feliz camino... y que siga creciendo este movimiento, abriendo futuro para tod@s los que buscamos recuperar a nuestro México, ¡hoy tan desfigurado!

Fuente: La Jornada de MIchoacán

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