En su Semanario, fustiga a los políticos que simpatizan con estas organizaciones
Tergiversan la realidad ya que no están a favor del sector femenino sino en su contra, señala
JORGE COVARRUBIAS
Como lo hiciera en una ocasión un diario local acusando en sus páginas a los opositores al Macrobús de “agitadores profesionales”, la Arquidiócesis de Guadalajara se lanzó en contra de todas las organizaciones civiles y no gubernamentales, así como algunos políticos y funcionarios públicos que han mostrado su simpatía por políticas feministas que pugnan por su autodeterminación y libre ejercicio de la sexualidad.
Algunos de estos grupos, señala la Arquidiócesis, en un artículo publicado en su órgano informativoSemanario que lleva por título “Una visión familiar contra los ataques de género” pertenecen a la llamada Agenda Feminista, “un movimiento radical e intolerante que a nivel nacional ha impulsado un cruzada a favor de la mujer”.
Entre ellos menciona al Cepad (Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo), Platatonalli (grupo lésbico); Imdec (Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario); la Asociación Jalisciense de Apoyo a Grupos Indígenas; Cereal (Centro de Reflexión y Acción Laboral); el Observatorio de Género; Salud Integral para la Mujer; Red de Mujeres Insurgentes, AC; Colectivo contra la Equidad y la Discriminación; Frente Jalisciense por un Estado Laico; Consejo Universitario Democrático y de Alternativa Joven Jalisco, cuyos miembros forman parte también del Colegio Jalisciense de la Juventud y del Colegio Nacional de Diversidad Sexual.
El artículo es escrito en forma conjunta por Mónica Livier Alcalá Gómez y Érick Noriega, pero es este último quien se despliega en una serie de diatribas y adjetivos contra las organizaciones.
“Ahora resulta que, según ‘ilustrísimos y sabios pensadores’, la mujer es libre y sus derechos son plenos, cuando ella se desvincule de todo lo que tenga que ver con la familia y la maternidad”, señala el articulista.
Y subraya en lo que para él es el modus operandi de la Agenda Feminista.
“Son sagaces, operan políticamente, hacen ruido, escándalo, gritan, lloran, se visten de negro y van al Congreso del Estado para fingir ser golpeadas por policías; si alguien osa tocarlas, sacan su agenda y su teléfono, hacen llamadas a México, se conectan con radiodifusoras y defensoras de los derechos de la mujer y… en fin, hacen de todo para hacerse escuchar; su cabildeo es bueno, sus intenciones no. Pero ¿cuáles son estos grupos que, bajo el disfraz de los derechos de la mujer, operan en contra de ella?”.
Noriega cuestiona además la labor de políticos que han apoyado los derechos sexuales y reproductivos de la mujer como la regidora del PRI en Guadalajara, Gloria Judith Rojas Maldonado, el diputado local del PRD Raúl Vargas López, el ex diputado Carlos Orozco, “académicos” de la Universidad de Guadalajara, el Instituto de Estudios Superiores de Occidente y hasta la presidenta del Instituto Nacional de la Mujer, Rocío Gaytán, quien supone que por emanar de un “gobierno humanista” tendría que estar en contra de esas ideas.
Feminazismo
El articulista refiere que los grupos que él cuestiona no están a favor de la mujer y su postura es tan radical que el feminismo se ha convertido en femimachismo, pero en esencia es un “feminazismo”, que decide quién tiene derecho a vivir y quién no, cómo se debe y se puede ser mujer, independientemente de su naturaleza.
Sin embargo dice el “comunicador” de la Arquidiócesis de Guadalajara, el problema no es que existan grupos con una “visión tergiversada”, sino que haya ausencia de católicos en la vida pública, ocupando los espacios de poder, algo que el propio Arzobispado ha insistido en negar de manera frecuente en su órgano informativo.
“El verdadero problema es la ausencia de católicos en la vida pública, la ausencia de católicos en los espacios de poder en donde se toman las decisiones trascendentes, en los consejos ciudadanos de las dependencias gubernamentales. El problema real es la apatía de muchos de nosotros, católicos, que nos conformamos con la misa dominical y nos olvidamos de la misión que tenemos de transformar las realidades temporales”.
Fuente: La Jornada de Jalisco
Difusión: Soberanía Popular
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