YADIRA LLAVEN
“El movimiento zapatista de 1994 fue uno de los disparadores del cambio de conciencia social hacia la población indígena. A partir de ahí, además de los propios indígenas, se percibe en los jóvenes una visión más abierta, de mayor interés por la población indígena”, aseveró el doctor Fernando Nava López, titular del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), a propósito de la conmemoración del Día Internacional de la Lengua Materna, cuando se le preguntó si existe un interés por parte de los jóvenes por las lenguas autóctonas.
“Uno quisiera que el acercamiento a las lenguas indígenas de la población hispanohablante fuera más profundo, sistemático y formal. Hemos elaborado propuestas para que esto avance; sin embargo, el Estado, la población pluriétnica y en general los medios de comunicación tienen una enorme labor y responsabilidad en esto”.
En una entrevista telefónica recordó que cuando se acercaba el quinto Centenario del Encuentro de Dos Mundos, en 1992, creció una tendencia de las poblaciones minorizadas a reclamar sus derechos. “Se empezaron a emitir tratados y convenios. El referente por excelencia es el artículo 169 de la Organización Internacional del Trabajo, sobre derechos de los pueblos indígenas en los estados independientes. A partir de ahí los países que lo fueron firmando, México entre ellos, empezaron a hacer reformas legales”.
“Se reformó la Constitución y se emitieron leyes como la General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas. Varios países han adoptado compromisos sociales y de Estado para atender a las poblaciones ‘minorizadas’ y a los hablantes de lenguas indígenas”.
Durante la charla, aseguró que es muy difícil dar un número exacto de la cantidad de lenguas que han desaparecido en México a partir de la Conquista, “porque no hubo un levantamiento minucioso en 1519, pero en el siglo XX sí podemos hablar de extinciones tanto de variantes como de lenguas en particular”.
De las variantes, explicó, “tenemos la extinción del náhuatl que se habló en Pochutla, Oaxaca. A 100 años de esas investigaciones, ya no hay quien lo hable. El náhuatl como agrupación lingüística se sigue hablando y tiene vitalidad en muchos lugares. No así el que se habló en Chiapas y en todo un corredor que llegaba hasta Centroamérica. En El Salvador quizá pocos lo hablen y en Nicaragua es posible que ya esté extinto”.
“El cuitlateco, del estado de Guerrero, también es una lengua extinta. El maestro Roberto Escalante, ya fallecido, entrevistó a los últimos hablantes y se valió de todos los recursos para tratar de obtener el mayor número de palabras, expresiones, frases y conversaciones que reunió en una publicación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)”.
Logros y pendientes
En cuanto a si las lenguas que se conservan mantienen su riqueza original, repuso: “las lenguas indígenas que se siguen hablando en nuestro país han mantenido su propia estructura, su naturaleza, sus estrategias, su sintaxis y riqueza. Incorporaron eventualmente palabras del español y el mismo español ha añadido no sólo palabras de origen indígena, sino también del árabe, entre otras”.
“Las lenguas no se degeneran, viven dinámicas socioculturales diferentes. Tampoco se contaminan ni se mantienen puras. Son rasgos de grupos humanos susceptibles a la adaptación social”.
De la realidad de la educación bilingüe en México, el doctor Nava comentó que hay logros y muchos pendientes. “Existe una planta de escuelas y profesores, pero las instituciones mexicanas tenemos que trabajar conjuntamente, tanto la Dirección General de Educación Indígena, la Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe, ambas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y nosotros como organismo descentralizado de la administración pública federal para crear el nuevo Catálogo de las Lenguas Indígenas Nacionales”.
“El campo educativo es uno de tantos espacios en donde hay que trabajar. En las áreas de salud, administración, impartición de justicia, comunicaciones y transportes, registros civiles, estamos aportando el trabajo especializado con las lenguas. Lo que nos falta es capacitar al personal”.
Respecto a si el Inali podría soñar con tener programas de televisión en lenguas indígenas, respondió: “todas las noches soñamos con eso. Actualmente la tecnología nos permite tener una imagen y la posibilidad de escoger la lengua en que queremos escuchar ese programa”; no obstante, esto depende de muchos factores, como la voluntad de los dueños de la tecnología, además de la apertura, del interés y de la inversión.
“No es un sueño, porque ya tenemos en el plano editorial empresas privadas como Plaza y Valdés, que edita una colección en lenguas indígenas y en donde ellos no ganan en términos económicos, pero sí aportan a la parte humanitaria e identitaria de la población”.
Por último, Fernando Nava precisó que al Inali le interesa revertir la tendencia de los hablantes de lenguas indígenas que no las enseñan a sus hijos. “Consciente o inconscientemente es el resultado de una discriminación, de un racismo, de una negación. Estamos trabajando para evitar la discriminación lingüística”.
Fuente: La Jornada de Oriente
Difusión: Soberanía Popular
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