Los soldados estuvieron unas tres horas cerca de la comunidad
Fuente: La Jornada de Guerrero
Difusión Soberanía Popular
MARLÉN CASTRO ( )
Chilpancingo, 31 de octubre. En una nueva incursión militar a Puerto Las Ollas, municipio de Coyuca de Catalán, de la región de la Tierra Caliente, a las nueve de la mañana de este sábado, tres comandos a bordo de vehículos hummer se apostaron a la entrada del pueblo, denunciaron pobladores a través del Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco). Las fuerzas castrenses se retiraron tres horas después sin hablar con los vecinos.
A las 12 del día los militares reiniciaron su camino hacia la comunidad de Barranca de San José, sin hacer contacto con la población, lo que “sólo provocó expectativa, confusión y temor”, señaló el coordinador de Tadeco, Javier Monroy Hernández.
Se trata de la tercera ocasión en lo que va del año, que soldados del Ejército incursionan en Puerto las Ollas, comunidad en la que sus habitantes, junto con los de Las Palancas, a sólo cinco minutos de distancia, decidieron desde los años noventa la protección de sus bosques, lo que motivó una pelea con el cacique Rogaciano Alba Alvarez, tres veces alcalde de Petatlán por el PRI, ahora ligado al cartel del Chapo Guzmán, de acuerdo con información de la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo).
Sobre esta incursión, Javier Monroy Hernández, coordinador del Tadeco informó que esta mañana, habitantes de la comunidad le avisaron que a las 9 de la mañana arribaron tres comandos militares a Puerto Las Ollas, los que se mantienen en el acceso al pueblo, por el camino que los comunica con Vallecitos de Zaragoza, del municipio de Zihuatatanejo.
Contaron los pobladores que como suele ocurrir en otras incursiones, todos los hombres de la comunidad, incluidos menores de edad, corrieron al bosque a refugiarse, para evitar las torturas de los soldados, quienes exigen conocer información sobre dónde se esconden los hombres armados.
En la primera incursión de este año del Ejército a Puerto Las Ollas, del 9 al 13 de junio, los militares llegaron a la comunidad “echando bala al aire y gritando arriba Rogaciano Alba”, según testimonios de la población recogidos por la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Coddehum) y dos semanas después también la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) recogió esa información.
El día que llegaron, los militares torturaron a Jaime, un hombre de 32 años, quien por reponerse de un derrame cerebral no pudo correr a refugiarse al bosque y a Omar, un niño de 14 años, de acuerdo con lo que documentó la Coddehum y la CNDH.
Durante los tres días que permanecieron en la comunidad, los militares saquearon las casas, acabaron con los alimentos guardados por los pobladores para el resto del año y rociaron aceite de auto a lo que no alcanzaron a consumir.
Ahora que tienen otra vez a los militares apostados en el acceso del pueblo, los pobladores solicitaron a los organismos civiles de derechos humanos y a la Coddehum mantenerse en estado de alerta, por las nuevas violaciones a las garantías de las personas que el Ejército lleve a cabo.
En tanto, el Tadeco demandó al Ejército Mexicano que se desista de realizar funciones ajenas a las que le consagra la Constitución Mexicana y exigió al gobierno del estado que asuma su responsabilidad de garantizar el Estado de derecho, en la sierra y en el resto de la entidad.
Más tarde, la organización emitió un segundo comunicado donde informó que a las 13:30 los vecinos de estos poblados informaron que a las 12 los soldados se habían retirado sin hacer contacto con la población.
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