Los programas de gobierno sólo mitigan el problema, pero no lo resuelven, critican
Fuente: La Jornada de Guerrero
Difusión Soberanía Popular
El estado vive un escandaloso rezago social, alerta la asociación Guerrero contra el hambre
Demanda Aguirre Franco que los nuevos impuestos se enfoquen realmente contra la pobreza
LAURA REYES MACIEL
En Guerrero más de un millón 300 mil personas viven en una situación de pobreza extrema, lo que representa 40 por ciento de la población padeciendo hambre por vivir en un “escandaloso” rezago social, revelaron las cifras de la organización Guerrero contra el hambre.
Como parte del Día Mundial de la Alimentación, promovido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dicha agrupación civil entregó esas cifras a la arquidiócesis de Acapulco para reforzar las medidas contra la pobreza, pues la sociedad se está acostumbrando a esas estadísticas, que a nivel nacional se estima que son más de 20 millones de personas las que padecen hambre.
A los porcentajes generales de Guerrero contra el hambre se integró el estudio que elaboró la arquidiócesis, que incluye Acapulco, Costa Grande y Costa Chica, y según los resultados, se comprobó que los altos niveles de rezago social se acentúan en Ayutla, Tlacoachistlahuaca, Xochistlahuaca, Cuautepec, Igualapa, Ometepec, San Luis Acatlán, San Marcos y Tecoanapa.
El primer lugar a nivel estatal lo encabezan Cochoapa el Grande y Metlatónoc, en la región de La Montaña.
En cuanto a los factores que originan la pobreza alimentaria en esas regiones, el arzobispo Felipe Aguirre Franco explicó que está el abandono del campo, la falta de tecnología agrícola, la falta de oportunidades y trabajo no remunerado, así como el escaso impacto económico de la educación y “la corrupción” de los campesinos ante las instituciones públicas.
“Si no se remueven estos factores difícilmente se podrá superar la situación ancestral de hambre en los pueblos. Ante este hecho, la Iglesia proclama el derecho a la alimentación de todas las personas y en todos los pueblos”, recalcó el prelado.
Sobre los programas asistencialistas que manejan los gobiernos, tanto esa organización como Aguirre Franco criticaron que sólo duran en lo que se mantiene la administración en turno, por lo que esas medidas temporales no atacan de lleno las verdaderas causas que originan la pobreza.
“Los gobiernos han implantado programas de apoyo asistencialistas que resultan insostenibles por su poca viabilidad y por ser altamente costosos. Resultan ser medidas temporales que no atacan las causas estructurales del problema”, señaló.
Asimismo, criticó a la sociedad porque no coadyuva en muchas ocasiones en combatir la extrema pobreza, pues el prelado sostuvo que el hambre crónica de esos pueblos se convierten en un estigma, lo que lo convierte en un reclamo, pues todos son responsables de ese hecho.
“Todos en mayor o en menor parte somos responsables del hambre de muchos de nuestros hermanos guerrerenses. Y ya es sabido que el hambre suele ser ocasión de otros desajustes sociales”, alertó.
Duda del 2% contra pobreza
Respecto a la propuesta del gobierno federal de crear el impuesto del 2 por ciento para abatir la pobreza en el país, Aguirre Franco la calificó de válida, aunque dijo existe un evidente riesgo por la corrupción que se pudiera generar entre las instituciones y el recurso acumulado no llega a las personas necesitadas.
Urgió a que de aprobarse ese gravamen, deberá estar “blindado”, para evitar que se desvíen los recursos, como suele ocurrir en el país.
“Si de verdad se lo van a dar a los pobres (está bien), pero si en vez de eso se lo quitan a los pobres para llevárselo a otros pobres, pues es totalmente riesgoso”, recalcó, al mismo tiempo que sostuvo ese impuesto debería aplicarse sólo a las personas económicamente solventes.
Aunque remarcó que “si se atraviesa la corrupción, como acostumbra ser, pues será un fracaso, por eso debe blindarse y evitar las corruptelas que pueden hacer que sea contraproducente”.
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