Fuente: La Jornada de Veracruz
Los daños constantes ocasionados a la naturaleza por la actividad humana han generado la extinción de al menos 40 por ciento de la biodiversidad en las últimas décadas, advirtió el director del Instituto de Ecología (Inecol AC), Miguel Equihua.
Resaltó que el daño ocasionado a los ecosistemas “ha dado paso a que las especies invasoras destruyan a otras indefensas que se encuentran al borde de la extinción, sin omitir que además son causantes de enfermedades, daños a los cultivos y un sinnúmero de afectaciones para la sociedad”.
En la naturaleza, explicó, las formas de vida siempre se mueven de un lugar a otro como parte de su instinto, sin embargo, dentro de ese movimiento, la influencia del ser humano ha trastornado los ecosistemas, lo que ha provocado graves consecuencias como la extinción no sólo de animales, sino también de flora.
“El daño también ha generado la pérdida de 60 a 70 por ciento de las distintas variedades de maíz, lo que genera una disminución de las posibilidades de cultivos y de bienestar para la humanidad”, agregó.
Miguel Equihua comentó que diversidad biológica en el planeta, en México y en Veracruz está disminuyendo a un ritmo sin precedentes y menoscaba la capacidad del planeta para albergar vida.
El director del Inecol indicó que hasta hace poco se creía que los recursos naturales eran infinitos y que la madre tierra podría sostener el actual estilo de vida moderno para siempre, pero el hiperconsumismo, la producción industrial y el desprecio por la diversidad biológica del planeta han puesto fin a esa ilusión.
“La presión de los seres humanos al planeta ha alcanzado tal nivel, que la capacidad de los ecosistemas de satisfacer las necesidades de las generaciones futuras está gravemente en peligro y podría sufrir un deterioro irreparable a menos que tomemos medidas decisivas por su bienestar”, añadió.
Miguel Equihua señaló que la pérdida sin precedente de diversidad biológica se suma el cambio climático y sus efectos se ven reflejados en la crisis de alimentos, de agua, de energía y en los desastres naturales que afectan a las poblaciones humanas vulnerables y de otras especies.
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