En México no es fácil tener acceso al internet, por lo que implica en términos del acceso al equipo y lo que se requiere para poder moverse en el medio, desde la conexión y su costo, así como las habilidades para localizar información y no perderse.
Si bien es cierto que el movimiento obradorista ha crecido en número de blogs y medios alternativos que buscan el mismo fin: informar con cierta credibilidad, también es cierto que nos hemos quedado cortos en el vínculo hacia y desde el colectivo de mexicanos que no tienen acceso a la red. La paradoja acá es que quienes tienen las mayores carencias de este país y quienes han resentido –y resentirán aún más- la crisis que nos agobia, no tienen acceso a la cantidad de información que tenemos unos cuantos.
Con esa disyuntiva me sentí un poco acaparadora de la información y mal por ello, por no compartirla con mis connacionales. Desde hace días he venido cuestionándome sobre las opciones y viabilidades de llegar a más gente aprovechando los recursos y beneficios con que contamos un puñado de ciudadanos de México y que hemos ido ejerciendo desde la comodidad de nuestro hogar.
Con el simple afán de evaluar las potencialidades y debilidades que me da el acceso a la red, me permito compartir con ustedes estas reflexiones.
1. En la red hay varios y diversos medios que ofrecen información a cual más variada y enfocada al movimiento obradorista o de apoyo a causas ciudadanas. Por razones más humanas que técnicas, de perfil de apoyo o de forma no logran unirse para integrar un grupo sólido que haga frente al aparato mediático que en su momento disponga la derecha.
2. El escaso acceso a la red, los altos costos y el analfabetismo cibernético limita aún más que la gente interesada llegue a las fuentes de información.
3. Ni aún con toda la tecnología de internet disponible sería fácil contrarrestar las campañas que tienen ya mismo los grandes medios de comunicación a favor de Peña Nieto, si no bajamos y abrimos un canal de comunicación entre la red y la gente que no tiene el acceso a ella.
4. Hay ya puntos de unión y reunión en los llamados círculos de estudio de la ciudad de México y algunas otras ciudades, que con constancia han mantenido –e ignoro si acrecentado- su asistencia. Sin embargo en la provincia este proceso aún es lento y no se está dando con la misma eficacia. Es más hay sitios en donde no se hace nada al respecto o falta por hacer.
5. Hay pocos, sino es que contados compañeros en todos los medios de comunicación, que van hasta los puntos de conflicto o se meten a la problemática social y desde ahí han estado dando voz a los que no la tienen y llevando luz de información.
Estos esfuerzos parecieran pequeños pero no lo son, lo que falta es una estrategia que nos conduzca a ponernos de acuerdo, cosa nada fácil en la izquierda. Cerrar filas entorno a un líder. Confiar unos en los otros, sin ver las diferencias. Tener claro el objetivo y la meta, aún cuando otros lo vean como una ilusión no realizable. No es fácil, y sólo es posible en medio de buenas voluntades, muchas ideas, gente y manos que trabajen; pero hoy por hoy hay que empezar a vincular la información de los medios alternativos de internet hacia la gente que no tiene acceso a ella.
Dasyatis
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