Los jóvenes tienen que practicar a escondidas o son remitidos a barandillas
Fuente: La Jornada de Guerrero
El zócalo, el lugar más protegido por policías, es la cuarta plaza ideal de AL, según una revista
MARLÉN CASTRO ( )
Chilpancingo, 30 de agosto. Mijo y Ulrich, dos jóvenes skaters de esta capital, se funden en su patineta y se deslizan por el zócalo, aprovechando que es domingo y los policías están más relajados; de lo contrario, como si fueran delincuentes, irían a dar otra vez a barandilla, sólo por practicar este deporte en la vía pública.
Mijo, quien en realidad se llama Martín Vladimir Reyes Adame, es un joven de 21 años que estudia tercer semestre de Ingeniería Civil en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) y uno de los primeros que comienza a practicar este deporte de manera profesional, patrocinado por Gravita 33, una tienda de artículos deportivos local.
Como una muestra de su habilidad, Mijo sube a su patineta, coloca el pie derecho en el nouse (parte frontal), mientras con el izquierdo raspa hacia afuera al tiempo que da un pop (golpe), haciendo que ésta vuele y dé una vuelta al mismo tiempo que él se eleva para caer después encima de ella.
En el lenguaje skaters el truco realizado por Mijo fue un perfecto nolle flip, una de las piruetas que mejor le sale, reconoce.
Ulrich Campaña Hernández, de 16 años de edad y estudiante de primer año de bachillerato, sueña también con convertirse en un profesional del monopatín, pero como los demás aficionados a este deporte libre tienen en su contra la criminalización que la sociedad hace de ellos, considerándolos vagos sin oficio.
El skaboarding o monopatinaje es un deporte que se practica con un skateboard o monopatín, en cualquier parte de una calle donde se pueda rodar o una pista especialmente diseñada para su práctica, y a los chicos y chicas que gustan de él se les llama skaters.
Mijo y Ulrich son buenos con la patineta y como ellos lo dicen su vida gira en torno a ella. Con sus amigos skaters sus pláticas invariablemente son sobre el monopatinaje, su pasión y el motor de sus vidas.
Mijo, a quien consideran el profesional del grupo, con modestia dice que no sabe si ya tenga esa categoría, “yo lo hago porque me gusta y si no hiciera esto no sé qué sería, no me concibo de otra manera, la patineta y yo somos inseparables”.
Para un skater, la patineta es como su zapato, sin ella, dicen “nos sentimos descalzos”.
El problema con lo que llaman su pasión es que por practicarlos continuamente son acosados por la policía, porque al no haber en la ciudad sitios adecuados para practicar su deporte, lo hacen en los parques y los adultos los denuncian ante la autoridad, pues los consideran un peligro.
El objetivo del monopatinaje es alcanzar la perfección de un estilo propio y aprender nuevos trucos, pero practicar eso requiere de mucho espacio y mucho tiempo.
Los jóvenes skaters de la ciudad se han visto obligados a salir a practicar su deporte a medianoche, para no molestar a la población, pero aún así son detenidos, pues precisamente por la hora tienen problemas con la policía.
Para los jóvenes skaters, es una ironía que el zócalo de esta capital haya sido considerado el cuarto sitio más adecuado para practicar el skaboarding de varias plazas de países latinoamericanos, según una revista especializada en la materia de origen panameño llamadaBlaz.
Es sobre todo en el zócalo donde menos pueden hacerlo, pues tan pronto como la patineta empieza a rodar en el cemento, los policías caen encima y tienen dos opciones o dejan de resbalarse o se los llevan a la cárcel.
Los jóvenes skaters, apoyados por la catedrática universitaria Esperanza Hernández Arciga, este lunes se reunirán con el alcalde capitalino Héctor Astudillo para solicitar que el ayuntamiento destine un espacio donde ellos puedan practicar este deporte.
Los chicos proponen que sea el parque de La Avispa, conocido así porque ahí colocaron el símbolo de la ciudad, su skate park. Esperan conseguirlo.
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