Utopía

Regalos explosivos

Eduardo Ibarra Aguirre

Cuando la crisis económica está “tocando fondo” y “hay signos de que pasó lo peor”, incluso “se entra ya en la recuperación”, si nos atenemos al discurso del titular de Economía, en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público les importa un comino desmentir a Gerardo Ruiz Mateos y exhibirlo como vulgar parlanchín.

Los funcionarios de la Unidad de Política de Ingresos de la SHCP redescubrieron el hilo negro, sobre todo ahora que quedaron atrás las elecciones que produjeron la “derrota más importante en la historia del Partido Acción Nacional” --Santiago Creel Miranda dixit--, y proclamaron: “Las tarifas eléctricas domésticas están altamente subsidiadas”.

Como un obsequio explosivo para las mayorías en vísperas del bicentenario del Grito de Independencia y del centenario del comienzo de la Revolución Mexicana, los alumnos de Agustín Carstens Carstens, se disponen a “revisar gradualmente” los subsidios a la electricidad porque, según ellos, se los recomendó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, misma que calcula en 450 mil millones de pesos el monto anual del subsidio junto al de las gasolinas, además de que “son muy regresivos porque benefician en mayor medida a personas de ingresos más elevados.

Para los tecnócratas del gobierno panista, no pocos forjados en las filas del Revolucionario, 27 años no es nada y repiten las mismas medicinas frente a la recesión: recortes al gasto público, nuevos gravámenes y aumentos a las tarifas de los bienes y servicios públicos. Los argumentos provienen del mismo casete, pero en la voz de Juan Manuel Pérez Porrúa.

La imaginación no les dio para más. Ante la pronunciada caída de la captación fiscal en 2009 por el desplome en 9.3 por ciento del producto interno bruto, también impondrán a partir de mañana y en pleno periodo vacacional un aumento de 3.8 por ciento en las cuotas de las autopistas y las carreteras administradas por la Secretaría de Comunicaciones, dirigida por el politólogo que encabezó el Instituto Mexicano del Seguro Social con todo y programa de subrogación –auténtica changarrización-- de guarderías, causante de fondo del infanticidio en la ABC.

Mientras el grupo gobernante prepara las mismas y amargas medicinas que recetaron al país cinco presidentes durante más de cinco lustros, la Red Nacional de Resistencia Civil contra las Altas Tarifas de Energía Eléctrica batalla en siete estados, en particular en los que aportan la mayor parte de la energía eléctrica, para liberar a cinco de sus dirigentes encarcelados por gobiernos que hacen de la criminalización del reclamo social un método de gobierno, y desoyen un movimiento ascendente que exige frenar el alza desproporcionada de las tarifas de la Comisión Federal de Electricidad, paraestatal que --denuncian-- trabaja al 60 por ciento de la capacidad instalada, mientras trasnacionales, sobre todo españolas, generan el 40 por ciento restante.

Durante nueve años de gobiernos blanquiazules, las tarifas eléctricas para consumo doméstico se incrementaron 54 por ciento. Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, es preciso recordarlo, motivó el voto a su favor bajo la promesa de abaratar gasolinas y electricidad.

Con el desastre laboral y productivo encima, el abogado y economista que ostentaba una maestría en Harvard, no tuvo mejor ocurrencia que discursear ante 98 guardiamarinas, por segunda vez en 167 días, sobre “una tormenta económica, casi una tormenta perfecta”, sin precedente desde 1929, para presumir la creación de 20 mil empleos frente a una pérdida prevista por el Banco de México de 735 mil en 2009 y el crecimiento en 5 por ciento de las exportaciones durante junio, ante la caída de 42 por ciento en el primer semestre.

Si el jefe se jacta de la tormenta, qué esperar de los subordinados que provocan la tormenta social.

Acuse de recibo

¿Ya pasó lo peor?, fue el título de la anterior Utopía. El presidente de Convergencia en el estado de Oaxaca, Mario Arturo Mendoza Flores, tiene su propia respuesta: “La crisis que nos está tocando vivir tiene su origen en tres aspectos: una situación coyuntural, un fenómeno estructural y un problema político. Lo coyuntural lo entendemos, pero no lo justificamos. Lo estructural es algo que urge demoler, para volverlo a levantar. Lo político tiene que ver con los afectos presidenciales, donde se privilegia la amistad y no al más apto para enfrentar un problema de grandes dimensiones. Y no, no ha pasado lo peor; cuando veamos por las calles a millones de mexicanos demandando algo que llevarse a la boca, entonces sí diremos que estamos llegando a lo peor. Como siempre mi respeto y mi reconocimiento a tu claridad mental”… Informa Gladis Torres Ruiz: “Sin respuesta de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal sobre la denuncia realizada hace un año por el allanamiento y robo sufrido en Comunicación e Información de la Mujer AC, la organización ratificó hoy (28 de julio) su queja presentada en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal el 16 de julio…”

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