lunes, 31 de agosto de 2009

En México gobierna la narcoburocracia: Taibo II


Fuente: La Jornada de Guerrero

REDACCIÓN

En la misma bahía de Acapulco, donde Juan Ranulfo Escudero lanzó la aventura socialista más importante del siglo pasado en estas tierras del sur, Paco Ignacio Taibo II, también llamado Francisco Ignacio Taibo Mahojo, lanzó una definición de sí mismo:

“Mi relación con la oligarquía es que me da mucho pinche asco cuando los veo, y la burguesía de este país me parece uno de esos sectores deleznables por semianalfabeta, inculto, monetarista y pendejo”.

A bordo de un yate –en ausencia de la secretaria de Desarrollo Social, Erica Lührs Cortés, que se negó a asistir porque entre los asientos se encontraba, desde el viernes por la noche, el ex alcalde Félix Salgado Macedonio–, fue clausurado por el regidor Ramiro Solorio Almazán el Segundo Encuentro de Escritores del Pacífico, con la presentación del libro Arcángeles, de Taibo II.

El escritor de origen español, pero autodefinido como integrante de la “República Universal de los Ciudadanos” hizo un breve recuento de la historia de la izquierda en México, retratada en el libro, con énfasis en particular en la vida del ex alcalde acapulqueño Juan R. Escudero, el primero en impulsar un proyecto socialista en el Acapulco aislado que era entonces el puerto.

Fue el final de seis días en los que hubo discusiones, presentaciones de libros, charlas y talleres, así como lectura ininterrumpida de narrativa y poesía. En la presentación de Arcángeles, Taibo II relató “el naufragio del Titanic de la izquierda, que se ha venido prolongando por los últimos años”, hizo un recuento de los casos más importantes en la formación de la izquierda en el país, como el de Herón Proal, en Veracruz, con la formación de la organización de inquilinos y la sindicación de las prostitutas; Ignacio Carrillo Puerto en Yucatán, impulsor de un socialismo basado en las sociedades mayas; la creación de sindicatos rojos en la ciudad de México y sus periferias; y la creación del Partido Obrero de Acapulco y los dos mandatos como presidente municipal de Juan R. Escudero.

Curiosamente estos casos han desaparecido de la historia de la Revolución. Pero en especial el de Escudero, del cual, relató, hizo un guión a petición del Canal Once, pero luego de contratarlo, el canal no quiso hacer el documental, y lo mismo ocurrió con otra televisora, que al ver el guión se negó también. “¿Por qué no pueden hacerlo? Porque el modelo escuderista sigue vivo. Porque la injusticia a nivel municipal en México, de los abusos, de los expolios, del fraude electoral, del monopolio, está ahí, a la vuelta de la esquina. El estilo de Escudero es llamador a confrontarlo directamente. Porque además es llamado de una potencia, entre otras cosas, es decir ni la muerte me para, y en México decir ni la muerte me para, es cabrón”.

Aseguró que gobierna el país una “narcoburocracia” para la cual “la inexistencia de la historia, es la clase de la historia. Qué mejor que disolver a Hidalgo en la nada, disolver al terrible bandolero Pancho Villa o al peligrosísimo Zapata, y desde luego, ignorar hasta la muerte a Juan R. Escudero, que nunca existió”.

Ayer mismo, se presentó durante la mañana, pero en la casona de Juárez, el libro Bordes trashumantes, de Jeremías Marquines; y el sábado se presentaron, por la noche, Las pausas concretas, de Roberto Ramírez Bravo, y por la mañana Alias, de Iris García.

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