Fuente: Boletín informativo del CNEE Tabasco
Las fuerzas del capitalismo han colocado al mundo ante una catástrofe ecológica y social sin precedentes. Depredación de la naturaleza, extinción de especies, saqueo, desplazamiento forzoso, precarización de la vida, avasallamiento cultural, violencia, impunidad, exclusión, mutilación y muerte son los signos de un sistema que niega la dignidad y la vida. Son los signos de un sistema que ha entrado en crisis y que golpeará fuerte para evitar su caída.
Son las señales de la insustentabilidad de un modelo civilizatorio que proclama la democracia sofocándola en donde florece; que proclama la libertad reprimiendo sus más pálidas manifestaciones; que en nombre de la ciencia discrimina y depreda.
El capitalismo está en crisis pero no ha sido derrotado. Se recompone y se reinventa buscando salidas. Organiza su furia contra los pueblos indisciplinados, rebeldes e insumisos. Intenta incesantemente recolonizarlos, someterlos, controlarlos. Usa para ello el mercado, el sistema financiero, los proyectos económicos, los medios de comunicación masivos y las armas; busca el reordenamiento territorial como instrumento de control político; y despliega su poderío militar, con toda la brutalidad posible, para disciplinar e impedir la liberación de los pueblos.
El capitalismo hoy, hegemonizado por Estados Unidos, vive un proceso de decaimiento e ilegitimidad pero sigue siendo poderoso, no sólo en el terreno económico y militar sino en el ideológico. Para eso está la industria cultural que convierte la visión capitalista del mundo en sentido común universal. Nuestra América es el espacio vital de la recomposición de la hegemonía estadounidense. Con megaproyectos geoestratégicos como el IIRSA, el Proyecto Mesoamericano (antes PPP), el ASPAN, el Plan México y el Plan Colombia, ha ido conformando un bloque contrainsurgente, a manera de dique de contención frente al avance de los procesos de transformación en camino hoy en Nuestra América. Chile, como paradigma del modelo neoliberal y México, Colombia y Perú se han constituido en los pilares del bloque contrainsurgente y sus pueblos sufren los rigores de la guerra sucia y la criminalización de toda forma de organización o protesta social.
Del Seminario “Crisis del Capitalismo, Recolonización y Alternativas Populares” . Bolivia, Julio de 2009
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