Fuente: La Jornada de Oriente (Tlaxcala)
VÍCTOR HUGO VARELA LOYOLA
En reconocimiento de que Tlaxcala tiene un importante flujo migratorio, el obispo Francisco Moreno Barrón asegura que existe un proyecto para abrir una casa de atención a los migrantes centroamericanos que cruzan por la entidad para llegar a los Estados Unidos, por lo que “hacemos un esfuerzo para ofrecer alternativas de apoyo pastoral a esa gente”.
El jerarca católico reconoció que la entidad tiene un importante flujo de migrantes, por lo que es necesario contar con un espacio donde se les brinde ayuda a quienes por necesidad de encontrar una mejor forma de vida tienen que abandonar sus lugares de origen y sus familias.
La casa del migrante es un proyecto que pensó en su momento el fallecido obispo Jacinto Guerrero Torres. La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) también ha planteado su intención de abrir un espacio de esa naturaleza en el municipio de Apizaco.
–¿Cuáles son los avances de la Casa Tlaxcala que dará atención a migrantes, sobre todo centroamericanos?–, se le pregunta al obispo.
–Creo que hay mucho trabajo que hacer, en este momento no tengo datos puntuales sobre eso, pero me doy cuenta que la atención a los migrantes es sumamente importante, pues tenemos muchos tlaxcaltecas en Estados Unidos y tenemos que ofrecer una atención pastoral en lo que podamos.
Adelanta que como guía espiritual de los católicos promoverá que cuando los migrantes acudan a las parroquias “sean muy bien recibidos, evangelizados, atendidos y siempre que pueda estaré con ellos impulsando su fe, porque la fe en Estados Unidos no tiene vacaciones, tienen que ir a misa, confesarse, comulgar y seguir su amor a la virgen de Guadalupe”.
Por eso, abunda que independientemente de la apertura de una casa de atención a migrantes, “quiero decir que la diócesis está haciendo esfuerzos por organizarse para ofrecer alternativas de atención pastoral a nuestros emigrados”.
Francisco Moreno Barrón fue designado como obispo de Tlaxcala. Anteriormente se desempeñaba como obispo de Morelia, Michoacán.
–Desde su llegada a la fecha, ¿cómo podría catalogar a la diócesis tlaxcalteca?
–Me parece que es una diócesis muy linda por su historia, por sus monumentos arquitectónicos y sobre todo por sus expresiones culturales, pero sobre todo es hermosa por su gente. He encontrado cosas maravillosas, aunque también algunos aspectos de la fe que tienen que irse encausando, por ejemplo en la religiosidad popular, que más bien debemos llamar piedad popular, ahí tenemos que ir editando todo aquello que tenga expresiones paganas, todo aquello que no sea auténticamente católico para que nuestra fe sea muy depurada, una fe agradable a los ojos de dios.
–¿Qué mensaje le da a las autoridades populares que nos van a representar?
–Ante todo que respetemos la voluntad del pueblo, eso es una voluntad santa y que los que salieron electos unamos esfuerzos en torno a la gente por el bien de nuestro pueblo, porque un buen católico es un buen ciudadano.
El obispo fue entrevistado en una visita que hizo a San Pedro Tlalcuapan, municipio de Chiautempan. La población es considerada como una de las principales expulsoras de migrantes de la entidad.
De hecho, prácticamente la mitad de la población –de aproximadamente 2 mil 500 habitantes– vive o viaja permanentemente a Estados Unidos, sobre todo en la zona de California, donde han realizado actividades culturales y religiosas como una medida de fomentar las costumbres tlaxcaltecas en ese país.
Ante ello, el obispo pide a los migrantes tlaxcaltecas “que celebren las fiestas al estilo de Tlaxcala, quitando todos aquellos excesos, abusos o desorientaciones que ellos perciban que existan aquí; hagan la celebración cada vez mejor, bien depurada y que se sientan unidos en espíritu con su gente que no los olvida”, apunta.
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