Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)
MARTIN HERNANDEZ ALCANTARA
“Si esta decisión se hubiera tomado desde que Norberto (Rivera Carrera), estaba enterado de que Nicolás (Aguilar Rivera) se acostaba con chamacos, si esto se hubiera denunciado en los 80, a mí no me hubiera sucedido nada, Nicolás no se hubiera ido a violar a Los Ángeles, no hubiera regresado a violar a Tehuacán, hay decenas de violaciones que se hubieran prevenido si tanto Norberto como sus superiores hubieran actuado en su momento”, aseguró Joaquín Aguilar, el principal demandante del cura pederasta.
Entrevistado ayer por la cadena nacional Radio 13, Joaquín Aguilar, integrante de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), consideró que la revocación de las facultades sacerdotales de Nicolás Aguilar Rivera, acusado de haber violado a más de 80 niños en aquel país y en la región de Tehuacán, llegó tarde y consideró que las autoridades eclesiásticas deben pedir perdón por los abusos cometidos por quien fuera uno de sus clérigos.
A mediados de junio pasado la persona oriunda de Estados Unidos interpuso una nueva querella ante la Corte Superior de Los Ángeles, California, en contra del cardenal Norberto Rivera y la Arquidiócesis de Puebla.
El querellante, identificado con el alias de John Doe, integró a su demanda muchos elementos del caso de Joaquín Aguilar, el cual fue rechazado en México
El 4 de marzo pasado, La Jornada de Oriente publicó una nota en la cual Joaquín Aguilar Méndez advirtió que el cardenal Norberto Rivera Carrera intentaba confundir a la feligresía católica y a la opinión pública al presentarse como exonerado por la justicia de Estados Unidos, ya que las causas en su contra por el encubrimiento que brinda al sacerdote Nicolás Aguilar Rivera continuarían en tribunales de apelación federales estadounidenses.
Aguilar Méndez consideró entonces que la publicidad que el jerarca eclesiástico dio a la declaratoria de improcedencia que la Corte Superior de California emitió por aquellos días sobre la denuncia en su contra por encubrir a Aguilar Rivera era parte de una estrategia de recuperación de credibilidad en “un año electoral”, ya que a partir de que los abusos perpetrados por el sacerdote pederasta fueron conocidos, “la iglesia católica, particularmente Rivera Carrera, no han podido tener efectividad en sus mensajes”, y por tanto, el cardenal “no puede orientar las simpatías” de su grey “hacia un partido político o un candidato determinado”.
A pregunta expresa, Joaquín Aguilar Mendéz no quiso especular sobre las filias políticas de Norberto Rivera Carrera, pero consideró que el escándalo por las violaciones sexuales a menores de edad que consumó Nicolás Aguilar Rivera y la protección que el cardenal le ha dado a éste “le han costado muy caro a la iglesia, así que el deslinde, la mentira de que no puede ser juzgado en Estados Unidos es un elemento que muchos sacerdotes aprovecharán” para hacer proselitismo “a favor de los candidatos que les convengan”.
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