Fuente: La Jornada de Zacatecas
Redacción
Entre más alto sea el porcentaje del salario destinado a la compra de alimentos, reflejará, sin duda, un nivel mayor de pobreza, pues las familias están impedidas a destinar recursos a salud, educación, casa, vestido, lo que repercute sobre todo en la infancia.
Así lo informó Liliana Núñez, asesora de Nutrición de Visión Mundial México, al hablar sobre la crisis, que afecta a más de 40 millones de personas pobres en México, a propósito de la Encuesta de Ingreso-Gasto que dio a conocer hace unos días el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Visión Mundial de México es parte de la Confraternidad Internacional de World Vision, organización fundada en 1950 y que a la fecha tiene presencia en más de 100 países en tres líneas básicas: desarrollo transformador; promoción de la justicia, y prevención, emergencia y rehabilitación para responder ante desastres y conflictos en las regiones que así lo requieran, independientemente de la religión, raza, grupo étnico o género
“Las niñas y los niños son los primeros afectados, porque si se enferman, madres y padres no cuentan con los recursos suficientes para atención médica y compra de medicinas. Las familias que viven con un dólar al día tienen negado el acceso a una mejor calidad de vida”, aseveró la nutrióloga de Visión Mundial.
“En nutrición, la niñez es afectada porque las familias no alcanzan a comprar en su totalidad la canasta básica, que incluye 80 bienes y servicios indispensables. Recordemos que la canasta básica ha aumentado 145 por ciento en los últimos años”, señaló.
Con ese aumento, la calidad y la frecuencia de ingestión de ciertos alimentos como carne o leche son mínimas o nulas. Eso se refleja en el desmedro nutricional y decrecimiento de la población infantil. En la actualidad en México 898 mil 198 niñas y niños menores de 5 años tienen desnutrición, indicó la especialista en nutrición, al citar la información oficial del reloj de la desnutrición.
Trasmisión intergeneracional de la pobreza
Agregó que “por eso cuando revisas datos estadísticos se observa que México tiene índices de desarrollo humano comparables con Africa o Haití. Por ejemplo, en el año 2005 el municipio de Xochistlahuaca, en Guerrero, tiene un índice de desarrollo humano de 0.58 por ciento, similar al de Haití de 0.48 por ciento, según la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano en México de la ONU”.
Si continúa tal situación, precipitará la incorporación temprana de los menores de edad al mercado laboral, por lo general en condiciones de precariedad e informalidad, lo que provoca el abandono precoz de la niñez y muy bajos niveles de escolaridad.
Así se daría el inicio a un ciclo de trasmisión intergeneracional de la pobreza, que compromete seriamente las posibilidades de progreso económico y social del país, explicó la especialista. Por tal razón, la atención integral de la infancia debe ser un componente principal de las políticas de reducción de la pobreza extrema implementadas desde las instancias del gobierno.
Para Visión Mundial, la niñez es uno de los grupos más vulnerables, junto con las madres embarazadas y lactantes, cuyo bienestar es fundamental para la supervivencia, señala Visión Mundial en su comunicado. “Es nuestra responsabilidad responder y actuar ahora al priorizar las cuestiones que les afectan dentro de nuestras posibilidades, ya que la pobreza es un problema estructural que necesita del esfuerzo de todas y todos”.
(CIMAC)
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