El gobierno estatal desvió 5 mil mdp destinados a rescatar a morosos: El Barzón Popular
Fuente: La Jornada de Jalisco
Los contratos leoninos obligan a pagar hasta 5 veces el costo original de la vivienda, denuncia
MAURICIO FERRER
“Urbi no me dejó ni para un refresco”, “Su Casita no me dio ni un vaso de agua”, fueron algunas de las quejas que ayer, se visualizaban en cartulinas entre los más de 300 deudores de créditos hipotecarios que marcharon por el primer cuadro de la ciudad, en contra de las altas tarifas que cada mes deben pagar para poder tener una casa, aunque sea en Tlajomulco.
Para poder contar con una pequeña vivienda en Tlajomulco o en Tonalá las empresas dedicadas a la compra-venta de bienes inmobiliarios seducen con las promesas de escuelas propias, hospitales cercanos, un fraccionamiento rodeado de zonas boscosas, y pagos acordes al valor real de la vivienda. Pero nada de eso es cierto, según comentó más de alguno de los que ayer transitaron por la avenida Alcalde, desde la glorieta de La Normal hacia Palacio de Gobierno.
Banqueros, sofoles, casas de empeño y préstamo, cajas de ahorro, “han estado aplicando una política voraz que ha estrangulado económicamente a la gente, al grado de afectar su salud mental”, señaló José Luis Sánchez, representante de El Barzón Popular, movimiento que encabezó la manifestación de ayer.
Un ejemplo, Urbi. Esta empresa, según Sánchez, ha vendido en los últimos años casas de pésima calidad: “viviendas de plástico que no tienen los más mínimos controles de calidad; los contratos que la gente ha firmado por éstas, son leoninos porque contienen cláusulas que los obligan a pagar hasta cinco veces más el valor original de las viviendas y, las mensualidades que se pactaron, se han disparado hasta el grado de ser imposibles de pagar”, según Sánchez.
Urbi, Su Casita, Crédito y Casa, Vértice, Homex, y otro puñado más hasta sumar más de 30, son las hipotecarias que llevan a cabo este tipo de prácticas, según el líder barzonista. Más: a las sofoles (sociedades financieras de objeto limitado), el gobierno federal ha inyectado más de 10 mil millones de pesos; una especie de “Fobaproa” para este sector crediticio, según José Luis Sánchez.
El barzonista aseguró que son cerca de mil 500 jaliscienses los que hoy están en calidad de deudores por no poder pagar sus créditos hipotecarios debido, principalmente, a la crisis económica global.
Una historia es la de Adriana Peralta: en diciembre de 2008, su esposo se quedó sin empleo. Quisieron hacer uso del seguro de desempleo que Su Casita les vendió dentro del paquete de una casa de 700 mil pesos en el desarrollo Hacienda Real, en Tonalá, y a pagar a unos 25 años. Inició pagando mensualidades de 6 mil 100 pesos hace un año; ahora tiene que pagar 7 mil pesos cada mes.
Pero “nos dijeron que no aplicaba (el seguro de desempleo). Se las aventamos al final (las cuatro mensualidades que debe). ¿Cómo? ¿Hasta el 2 mil 30 y tantos?, les pregunté?”, relata ella.
Adriana Peralta se mudó de Zapopan, donde rentaba, a Tonalá, a la que sería su “casa”. Ahora es peor, dice: “estamos rodeados de 170 ladrilleras que nos dijeron que las iban a quitar, ya no aguanto mis ojos ni mis pulmones; no hay tampoco escuelas, iglesias, súper, como nos dijeron, puras mentiras. Otro detalle, el costo de las casas no es el real por que los materiales son de quinta, se están cayendo las casas, se cuartean.
“Nosotros demandamos prórroga o tregua ante la situación catastrófica del país: mucha gente perdió empleos y por lo tanto se requiere de un periodo de gracia. También pretendemos renegociar las deudas sobre la base de condonaciones y también reclamamos, en algunos casos, la cancelación de deudas por que hay quienes ya pagaron hasta dos o tres veces y sigue debiendo lo mismo”, señaló José Luis Sánchez.
Ante este panorama, según el barzonista, el gobernador panista Emilio González Márquez no puede desentenderse del mismo: “el gobierno estatal gestionó 5 mil millones de pesos para enfrentar la crisis que se supone iba a ser para programas a damnificados de esta crisis; el gobierno lo que ha hecho es apoyar a empresarios, a fondo perdido destina millones de pesos, a la iglesia, a empresas televisivas, a torneos de golf, a puras cosas suntuarias que no benefician a los de abajo”, concluyó el dirigente social mientras de fondo se escuchaba, “¡somos del Barzón, tenemos la razón! ¡Somos del Barzón, tenemos la razón!”.
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