Cancelan la cuenta bancaria de la CIDH

Raúl Morales Velázquez

CUERNAVACA. Luego de que el 19 de abril de 2013 quedó “cancelada arbitrariamente” la cuenta bancaria de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos (CIDH), -que se abrió el 26 de junio de 2001 en Banorte-, los integrantes de dicha Comisión iniciaron una queja formal ante la Condusef para que revise el procedimiento arbitrario de los directivos de Banorte y haga entrega inmediata de los fondos económicos de su organización.

En un comunicado, José Martínez Cruz vocero de dicha comisión afirmó que durante 12 años se vino operando dicha cuenta para administrar los fondos de la organización dedicada a la defensa de derechos humanos desde 1989, sin que existieran contratiempos, sin embargo los fondos de la cuenta “han sido prácticamente congelados de manera arbitraria por decisión tomada al más alto nivel de esta institución bancaria, como lo hemos podido constatar al momento de entrevistarnos con la Gerencia de la Sucursal Banorte de Cuernavaca”.

Reiteró que ninguna razón válida han recibido por parte del banco, más que “el argumento de autoridad es que la Ley bancaria faculta a esta institución a cerrar las cuentas de los usuarios cuando así convenga a los intereses de la misma.

El pretexto es que se hizo una revisión del expediente y no fueron localizados los originales debido a que estos no están en archivos digitalizados y no fueron localizados en los archivos de la institución, por lo que se nos solicitó que les entregáramos copia certificada de nuestra acta constitutiva y domicilio fiscal, lo que hicimos en su oportunidad. Verbalmente fuimos notificados del cierre unilateral de nuestra cuenta sin respetar lo establecido en el Contrato que firmamos con dicha institución hace 12 años”.

Martínez Cruz sostuvo que el dictamen del jurídico de la institución bancaria ordenó el cierre inmediato de la cuenta y se comprometieron a entregar un documento por escrito notificando dicha resolución, mismo que no ha sido entregado. “Este hecho resulta altamente ofensivo a nuestra organización, ya que muestra la forma arbitraria en que proceden los altos directivos de una institución; pues el personal de la sucursal bancaria, nos conocen desde que iniciamos nuestra cuenta, es decir desde el 2001”.