Exigen en Ixhuatlancillo aplicar “toque de queda” por violencia

FERNANDO INÉS CARMONA

Ixhuatlancillo, Ver.- El índice de drogadicción y alcoholismo, incluso entre niños de apenas seis años, creció. De hecho, organizaciones no gubernamentales, acusan a la presidenta del DIF de este lugar de desatender los programas de prevención y advierten que exigirán al alcalde, Juan Flores, “se aplique un toque de queda” en la cabecera municipal, “por el alto índice delictivo que ya se registra”.

Este día, integrantes de la organización Mujeres voluntarias para el progreso y desarrollo de Ixhuatlancillo realizaron una movilización en las calles de Orizaba. Ahí acusaron a la presidenta del DIF, María Isabel Rodríguez de la Cruz, “de vender caras las despensas y de usarlas para promover el voto, además de permitir que niños y jóvenes caigan en vicios”.

Estas condiciones, explicaron, “nos permite adelantar la promisión de un toque de queda como lo hacen en Zongolica, porque hay niños que desde los seis años se drogan en las calles y por las noches causan serios desmanes, incluso hay casos de suicidio”, aseguran.

La protesta se apoyó con pancartas que rezaban: “María Isabel Rodríguez, somos seres humanos y en Ixhuatlancillo tenemos hartas necesidades”. “Las obras públicas están a medias y con una pésima calidad”, “Las despensas no son para votos son para alimentarnos”.

A través de un documento, explicaron otros de los motivos de su marcha: “no tenemos el apoyo pero sí la represión y amenazas por parte de María Isabel Rodríguez de la Cruz, presidenta del DIF municipal; la administración municipal en donde prevalece la inutilidad y la ignorancia. En donde se trabajó para un partido político, pero no para los ciudadanos”.

Del alcalde, Juan Flores, acusaron: “sólo hemos tenido maltratos, burla y engaños, es un borracho y el DIF no hace nada a favor de la población a la que por el contrario le vende las despensas que son de 6 pesos, en 15 pesos pero únicamente a los amigos de la presidenta del DIF”.

Todo este escenario, agregan, permite que los índices de drogadicción y alcoholismo se disparen.

“El municipio se hunde en la pobreza, en los vicios de los niños y jóvenes. Ya estamos al límite, hay bandas de muchachos y ya van más de 20 jóvenes que se ahorcan y algunos es a causa de la drogadicción que hay. La mayoría de los muchachos se droga con inhalantes baratos que se venden en ferreterías”, se quejan.